A partir del próximo 13 de marzo, pensionistas vascos harán ayunos para exigir a los gobiernos vasco y navarro complementar una pensión mínima de 1080 euros mensuales en 14 pagas

Concentración frente al Congreso contra la Ley Escriva de reforma de las pensiones

PEPA MONTERO. 65YMAS.COM

Los pensionistas vascos recrudecen su lucha por la pensión mínima de 1.080 euros mensuales en 14 pagas, que es una de sus reivindicaciones clave desde que, hace más de cinco años, empezaron a celebrar los famosos lunes al sol, en defensa de las pensiones públicas, dignas y suficientes.

A las concentraciones semanales en plazas de pueblos y ciudades de Euskadi y Navarra, la recogida de firmas, la marcha ciclista del pasado verano y las varias manifestaciones celebradas en los últimos años (de las más concurridas fuera de Madrid), el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH) sumará otra medida de presión, cinco días de ayuno y encierro en Bilbao, desde el lunes, 13 de marzo, y que culminarán el sábado, día 18, con una gran manifestación en la capital vasca.

Tal como explica a 65YMÁS una de las representantes del MPEH en Bilbao, Andrea Uña, han decidido encerrarse para exigir a los gobiernos vasco y navarro que complementen las pensiones mínimas, hasta que estas alcancen la cuantía de los 1.080 euros mensuales, distribuidas en 14 pagas. Para ello, los jubilados participantes se organizarán en turnos de unas 30 personas, que ayunarán desde las 23:00 horas hasta las 11:00 de la mañana siguiente.

Como cada lunes, este próximo se manifestarán ante el Ayuntamiento bilbaíno, y después iniciarán el encierro programado. La acción de protesta finalizará el sábado, día 18, también con una marcha por las calles, que saldrá a las 12:00 horas desde la plaza Elíptica de Bilbao. 

Tanto el ayuno, como el encierro, irán acompañados de movilizaciones diarias, además de celebrar debates y mesas redondas sobre el futuro de las pensiones, analizando las problemáticas que más les afectan, entre ellas, la brecha de género, salarial y laboral, que al final de la vida se traduce en una fuerte brecha de pensiones.

Más de 5 años exigiendo 1.080€ de paga mínima

El movimiento de pensionistas de Euskal Herria (MPEH) lleva más de cinco años reivindicando una pensión mínima de 1.080 euros, por considerar que responde a los criterios de suficiencia fijados en la Carta Social Europea (CSE), ser «un ingreso básico para que una persona pensionista pueda acceder a una vida digna en su vejez, y una medida efectiva para reducir la brecha de género en las pensiones».

De hecho, la Disposición Final Quinta. Suficiencia de pensiones mínimas, de la Ley de reforma de las pensiones 21/2021, obliga al Gobierno español a revisar este año las cuantías de las pensiones mínimas, para garantizar la suficiencia económica durante la tercera edad, aunque no se ha hecho efectiva.

Los pensionistas vascos denuncian que «garantizar los ingresos mínimos necesarios para las personas mayores y pensionistas es también responsabilidad de los gobiernos e instituciones de la CAV y Navarra, y así lo hemos demandado una y otra vez, exigiendo complementar a 1080 euros la pensión mínima. Esta propuesta reivindicativa, que debería haber sido asumida con normativa propia en la Ley 14/2022 del Sistema Vasco de Garantía de ingresos, ha sido rechazada por la mayoría del parlamento de la CAV».

Un 30% de pensionistas no llega a 800 euros

En un comunicado, los miembros del MPEH denuncian que en la comunidad autónoma vasca y Navarra, tras incluir la última subida del 8,5%, el 30% de las personas pensionistas, en total 199.800 (155.000 en la CAV y 44.800 en Navarra) no llegan a una pensión de 800 euros mensuales, y de todas ellas 154.000 son mujeres. Las personas pensionistas que no llegan a 1.000 euros son el 39,2% que abarca a 279.480 pensionistas (216.880 en la CAV y 62.600 en Navarra), y de todas ellas 199.800 son mujeres».

Denuncian asimismo que en estos momentos, la subida de los precios de recursos básicos como la energía y los alimentos «está siendo utilizada para incrementar los beneficios de los oligopolios financieros y de la energía», mientras que las personas en general, y los mayores y pensionistas en particular, «vemos cómo empeoran nuestras condiciones de vida. Mantener las condiciones de confortabilidad en las viviendas, garantizar la salud, alimentación sana y servicios de atención y cuidado es cada vez más difícil».

Pioneros de la lucha con los ’lunes al sol’

A mediados de enero de 2023, se cumplieron cinco años del nacimiento de los lunes al sol, una movilización ciudadana de ámbito nacional, pero que tiene su principal foco en el País Vasco, con el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria como pionero de la lucha de los jubilados.

Pese al tiempo transcurrido y a algunas conquistas conseguidas (parar el 0,25% de revalorización impuesto por el Gobierno del PP, mejorar el porcentaje a las pensiones de viudedad, derogar el factor de sostenibilidad y la actualización del 8,5% de las pensiones este año), aseguran que no se rendirán, al contrario, «continuaremos decididos en la defensa de unas pensiones públicas y dignas para el presente y el futuro», convencidos de ser «un referente de lucha y reconocimiento para amplios sectores populares de nuestro país».

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