Durante la noche del 25 de julio han tenido lugar en más de 150 municipios del País Valencià (y otros de otras CCAA) unas “vigilias” apoyadas por más de 200 organizaciones, sindicatos y partidos políticos, exigiendo “mejorar los sistemas de protección” y que se “depuren las responsabilidades directas e indirectas” de cada uno de estos crímenes que, solo en las dos últimas semanas, sumaron 14 asesinadas. Seguidamente se incluye un reporte (algo modificado, en aras de la precisión) recién publicado por la prensa.
Mónica Ros. Levante-emv.com
Vestidas de negro, de morado, con un cirio en la mano y la firme convicción de que el sistema «debe mejorar para que quien quiera asesinarnos no pueda hacerlo». Así escucharon las asistentes a la Vigilia Feminista de València ciudad la lectura del manifiesto de la mano de una joven anónima y la lectura de todos y cada uno de los nombres de las mujeres asesinadas durante este 2024. El de ellas y el de sus hijos.
Este jueves 25 J por la noche, en la plaza del Ayuntamiento de València, se respiraba hermandad e indignación. Y la unión existente se hizo visible para decir, alto y claro, que las mujeres están «hartas» de violencia machista. El verano «siempre es demoledor», pero cuando se registraron 14 asesinatos en apenas dos semanas, dos de ellos en la Comunitat Valenciana, un grupo de asociaciones de la comarca de l’Horta Sud propusieron organizar (una red y) una vigilia que ayer se celebró en 141 localidades valencianas con la participación de más de 200 entidades. Además, la vigilia traspasó las fronteras de la C. Valenciana y también se han realizado en puntos como Algeciras, Cádiz, Jerez de la Frontera, Toledo, Terrassa, l’Hospitalet del Llobregat, Barcelona, Logroño, Bilbao, Gijón o Vigo.
«Los minutos de silencio institucionales que se hacen cada vez que hay un crimen machista son necesarios, pero no suficientes, y hacen falta actos simbólicos como esta vigilia para poder condicionar la agenda política y que las acciones contra la violencia machistas sean un asunto de primer orden», explicó ayer una de las portavoces de la coordinadora feminista en València, Cloti Iborra.
En este sentido, la convocatoria también exige a los poderes públicos la convocatoria de un II Pacto Valenciano contra la violencia machista y que las administraciones implicadas (cuyas representantes acostumbran sumarse sin rubor a buena parte de las convocatorias, como los minutos de silencio, manifestaciones del 25 N o esta misma) asuman sus responsabilidades. El objetivo de esta iniciativa fue mostrar que las mujeres están «hartas» de «los fallos en los sistemas de protección» porque «cuando se denuncia, deben producirse respuestas eficaces de protección. Debemos debatir y solucionar los agujeros del sistema en lugar de centrar so esfuerzos en debatir si existe o no la violencia machista. Deben asumir responsabilidades públicas por fallos o malas praxis de algunos y algunas profesionales».
Lo que hay y lo que debe haber
Además, en los actos reivindicativos de ayer las mujeres exigieron que no haya recortes en los presupuestos o en servicios existentes para luchar contra la violencia machista, que se coordinen todos los recursos que hay disponibles, que se apliquen las leyes y que se depuren los errores, porque «siguen asesinando a las mujeres y esta violencia no cesa».
En el manifiesto que se leyó ayer en 141 plazas hubo una palabra que se repitió de forma constante y es el lema de la protesta: «Hartas». «Hartas de asesinatos de mujeres a veces anunciados pero no evitados. De minutos de silencio, de concentraciones y manifiestos que son necesarios, pero no suficientes para prevenir, proteger y garantizar la supervivencia de tantísimas mujeres que no saben cada día si verán el siguiente. Hartas de respuestas retóricas y actuaciones mediáticas que no frenan la mano de los agresores ni evitan que el machismo se extienda entre la juventud y se normalice ante la sociedad», rezaba ayer el manifiesto de una iniciativa común que quiso ser, un antes y un después, en la lucha feminista.
«Cada mujer asesinada es un fracaso social que no podemos seguir tolerando», exigieron ayer las mujeres, unidas de nuevo, como cuando en 2017 surgió la «alerta feminista».