Carta Semanal 995. Posicuarta.org
Ocho meses después de la brutal barbarie genocida que el Estado de Israel desató tras el ataque de Hamás del 7 de octubre es fundamental no solo apreciar la movilización en todo el mundo en defensa del pueblo palestino, sino apreciar las consecuencias de su resistencia heroica. Hoy todas las instituciones internacionales del imperialismo, desde la ONU a la Unión Europea, están divididas o en crisis, así como todos los gobiernos, empezando por el norteamericano.
Este pueblo resiste desde hace más de 75 años de forma continuada, desde las masacres que siguieron a la creación por la ONU del Estado de Israel en abril de 1948 (con el apoyo de Stalin y de los EEUU). El 8 de abril de ese año se produce la masacre de la población de Deir Yassin por parte de las organizaciones terroristas israelíes, la más conocida de decenas de masacres cometidas con un objetivo marcado por la dirección del movimiento sionista: aterrorizar y expulsar a las dos terceras partes de los palestinos de su tierra históricas (la Nakba de 15 de abril de 1948). Desde 1948 se han sucedido múltiples guerras, destrucciones, expulsiones, asesinatos en masa o selectivos, prisión para decenas de miles (en muchos casos, prisión administrativa, sin juicio ni condena), despido de decenas de miles de trabajadores, instauración de un Estado de apartheid… 75 años de crimen organizado por el Ejército y el Estado sionista, agencia de los intereses del imperialismo en la zona y financiado por él, con la compatibilidad de los gobiernos europeos y la cobardía o complicidad de la mayoría de los regímenes árabes.
Y nada es comparable con la resistencia de este pueblo, que en el origen era un pueblo campesino pacifico que convivía con diferentes minorías, entre ellas los judíos. Este pueblo ha resistido y resiste contra todos, solo -y no es poco- ha gozado del apoyo de los pueblos que en el mundo luchan contra la opresión y la explotación. Es bueno reproducir las declaraciones de Claudia Sheinbaum, recién elegida presidente de México, de origen judío: “se trata de salvar un mundo, este único y angustiado mundo que habitamos todos, que a todos pertenece y que hoy se llama Gaza”. Así de simple, así de claro, esto es lo que está en juego.
Nosotros pertenecemos a un corriente que desde Marx a León Trotsky se opuso a la persecución contra los judíos, que denunció a la reacción estalinista por su antisemitismo. Y que denunció la complicidad de los gobiernos europeos, y, cuando al parecer “nadie” lo sabía, la persecución contra los judíos en Alemania, y en muchos otros países europeos. Que militó en los Estados Unidos porque se acogiera a los judíos que huían de nazismo, cuando el gobierno delos EE.UU. les cerró las fronteras y les daba como única salida enviar a los judíos a Palestina, impedirles que emigraran a América y después armarlos hasta los dientes para crear un portaaviones del imperialismo en el lugar estratégico del Oriente Medio. O sea, crear un Estado artificial, que usurpando la memoria de un pueblo perseguido negaba de hecho la tradición de este pueblo. Los hechos lo confirman. Hoy una mayoría de los judíos de los Estados Unidos (principal país con una comunidad judía) desaprueban la política de Biden de apoyo armado a Israel y la mayoría de la juventud judía caracteriza lo que ocurre como un genocidio. El Estado de apartheid en Israel no representa al pueblo judío, es un enemigo de este pueblo y de todos los pueblos del mundo que luchan por su libertad y emancipación.
Ocho meses de destrucción de todo, de la vida, de los servicios públicos, de la cultura, del futuro de un pueblo. Un ejército tan eficaz mata prioritariamente mujeres y niños, intentan matar el futuro y, sin embargo han conseguido que los más de 12 millones de palestinos desperdigados por el mundo, en los territorios de 1948, en Gaza, Cisjordania, en los campos de refugiados bajo la bandera de la UNRWA en Líbano, Siria, Jordania sientan más que nunca el sentimiento de pertenencia a un solo pueblo y fuercen a la unidad a sus organizaciones, apartándose de la corrupta Autoridad Nacional Palestina como furriel del ejercito sionista. En esta situación reviven propuestas de unidad y democracia como la carta de la OLP del 1964 que proponía un Estado único democrático, del Jordán al Mediterráneo con todos los ciudadanos sean judíos árabes, musulmanes o cristianos, lo que hoy se encarna en la Campaña por un Estado democrático. Difícil, sin duda, pero cómo luchar en el presente sin tener un objetivo. Hoy el CESE EL FUEGO, EL FIN DEL BLOQUEO, no es solo una necesidad y una exigencia, es lo que permite en cada país forjar la más amplia movilización. Y, en particular, exigir al movimiento obrero organizado -que en general está muy callado- que ocupe su papel en la movilización y se ponga a su cabeza, y exigir a los gobiernos romper las relaciones con el Estado genocida.
Hay que recordar que el Estado de Israel vive del presupuesto norteamericano, pero, también, de las relaciones comerciales con los países de la Unión Europea, con la que existe un acuerdo comercial que hace de los países de la UE los principales socios comerciales de Israel.
Los generales israelíes dicen que les faltan aún ocho meses más de guerra. Pero si ésta se mantiene tanto tiempo, si no se fuerza un alto el fuego, el ejército sionista habrá, probablemente, liquidado a todos los rehenes por “fuego amigo”. Pero la fragilidad del gobierno israelí sólo es comparable a su brutalidad militar. Desde el 7 de octubre alrededor de 700.000 israelitas han abandonado el país. Los colonos armados siguen expulsando palestinos de Cisjordania y la sociedad israelí aparece, cada vez más, dividida en dos ,no solo por los rehenes, o por el fin de la guerra (que muchos apoyan), sino también sobre el futuro de su país.
Biden necesita una tregua para intentar ganar las elecciones. Jamás un tema internacional ha llegado a condicionar tanto las elecciones presidenciales… el lugar de los Estados Unidos, su intento de mantenerse como gendarme mundial (con 750 bases militares en el mundo) hace que todo conflicto internacional se concentre en lo interno. Y este conflicto en particular, es vital para la propia existencia de los EEUU como potencia hegemónica. Biden ha conseguido, por el momento, subcontratar –con ciertos límites- la guerra de Ucrania a los países de la UE como la monarquía española, pero no puede permitirse el mínimo desliz en relación a Palestina
Maniobra o punto de apoyo
El martes 28 de mayo el gobierno de coalición reconoció a la ANP, el llamado Estado palestino. Estado que no existe en su soberanía. Es, sin duda, una concesión a la movilización. Sin duda el alcance práctico de esta medida es limitado, pero los portavoces directos del sionismo han reaccionado brutalmente contra la medida. Una medida que podría significar un apoyo a la resistencia del pueblo palestino, en especial por el momento elegido. Para juzgar correctamente la situación y obrar en consecuencia hay que tener en cuenta los elementos siguientes:
-En primer lugar, la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, incluidos los votantes de derechas, son favorables a la causa palestina .El gobierno abiertamente dice representar el sentir del pueblo. Y los medios de comunicación no dudan en informar –con notable objetividad, para lo que nos tienen acostumbrados- de la situación en Palestina, contrariamente a lo que ocurre en buena parte de los países europeos, cuyos medios reproducen los partes del ejercito sionista. El movimiento, aún incipiente, de la juventud, ha ejercido una gran presión y ha obligado a algunas universidades como la UCB a romper con Israel.
-Este golpe a “izquierda” parece justificar que, casi el mismo día, el gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz regale a Zelenski 1100 millones en armas (incluso el mando del ejército parece desconocer la operación). Como en ocasiones anteriores, esta decisión permite librarse de armas anticuadas, que sin duda se reemplazarán por armas nuevas… ¡compradas a los norteamericanos!
-Dos días después, poniendo una vela a dios y otra al diablo, Sánchez se reúne con el Grupo de contacto (Catar, Arabia Saudita, Turquía…) para pedir a los Estados que no reconocen a Israel que lo hagan..
– El 6 de junio, el gobierno anunció que se suma a la querella de Sudáfrica contra Israel por genocidio.
Para la inmensa mayoría de la población, reconocer a Palestina es positivo, aunque no tenga un resultado práctico. Sumarse a la denuncia de Sudáfrica más aún. Pero, al mismo tiempo, el comercio con Israel sigue –incluyendo el comercio de armas- y las relaciones diplomáticas también. Pero los pasos dados refuerzan a quienes exigimos la ruptura total con Israel.
Lo que más se echa en falta es la presencia del movimiento obrero. De ahí la necesidad de emprender una campaña en y hacia las organizaciones sindicales, para que UGT y CCOO, junto con las demás organizaciones, lleven a cabo una movilización conjunta en apoyo a Palestina, Todas las fuerzas están emplazadas, en particular las que se reclaman de los trabajadores y los pueblos. Es inaudito que organizaciones soberanistas catalanas o vascas miren hacia otro lado o sean complacientes con el sionismo. El derecho de los pueblos es universal. Defender el derecho a decidir para Catalunya implica defenderlo para Palestina, no puede haber lo uno sin lo otro.