El candidato de Sumar Manu Pineda al Parlamento Europeo utiliza un artículo de Diario Red y otros argumentos no exactamente precisos para justificar que los tres primeros candidatos de su lista se unan al grupo de los verdes, pro-israelí, y el cuarto -él mismo- lo haga a la Izquierda Europea, siempre que consiga un escaño en las elecciones del 9 de junio. Seguidamente reproducimos este debate, por su valor ilustrativo con respecto al significado de votar la lista oficial de Sumar en junio.
Carmela Negrete. Diariored.canalred.tv
«En la candidatura de Sumar hay miembros que vamos al grupo de La Izquierda y miembros que van al grupo de los Verdes, como lleva pasando en nuestras candidaturas en los últimos 20 años», se justificaba el domingo el candidato de Sumar Manu Pineda en la red social X. Un usuario le había preguntado si le parecía de recibo que los tres primeros candidatos de la lista quieran unirse al grupo verde en el Parlamento Europeo tras las elecciones. Este hecho lleva a que la organización con mayor implantación territorial, con un mayor número de militantes y de sedes por toda la geografía, Izquierda Unida (IU), tenga que trabajar para que otras formaciones entren antes en el parlamento europeo, incluso aunque defiendan posiciones contrarias. El malestar en IU es manifiesto y por eso muchas personas han preguntado cómo es posible esta situación.
La primera frase de Pineda es ligeramente tramposa: En 2019, con la candidatura Unidas Podemos Cambiar Europa de los seis diputados que resultaron elegidos, tan solo uno se unió al grupo verde en Europa, el actual Ministro de Cultura de Sumar, Ernest Urtasun. Las dos candidatas siguientes de la lista también forman parte del grupo The Left, la izquierda en el parlamento europeo, ya que pasaron a ocupar puestos en el parlamento europeo tras la salida de Urtasun y de Sira Rego cuando éstos se fueron paraformar parte del gobierno.
«En el grupo Verde está el Partido Verde Alemán, que son sionistas pro Israel, pero hay otros muchos partidos, la mayoría, que son pro palestinos», aseguraba Pineda, que es miembro de IU y del Partido Comunista de Espana (PCE). Y a continuación aseguraba que «eso mismo pasa en The Left, del que somos fundadores y del que seguiremos formando parte en caso de salir de elegidos». Según Pineda, «el Partido de la Izquierda Alemana, Die Linke, es sionista pro Israel, y tiene la copresidencia de nuestro grupo parlamentario, pero la inmensa mayoría de nuestro grupo es pro palestino». Y aseguraba también que «el co presidente del grupo de Left, Martin Schirdewan, que a su vez es co presidente del Partido Die Linke, ha manifestado públicamente su apoyo a Israel y creo que a nadie se le ocurriría considerar por ello que el grupo The Left apoya a Israel».
Estas declaraciones no quedaron sin respuesta y ésta vino precisamente de un miembro de IU, que también forma parte de la junta directiva de Die Linke en el barrio berlinés de Steglitz-Zehlendorf. El filólogo español Jaime Martínez, que trabaja en la Universidad Libre de Berlín le respondió que mostraba «desconocimiento sobre la situación interna y las posiciones del partido», además de pedirle una disculpa: «El compañero debería corregirse, por respeto hacia personas como yo y otros», añadió. La separación de la alianza Sahra Wagenknecht se debió a las «posiciones antimigrantes, ordoliberales, antiecológicas y nacionalistas alemanas» de la fundadora y no al genocidio en Gaza, que además tuvo lugar después. Martínez subrayó que la formación en su conjunto adopta «una postura que de ninguna manera puede ser llamada sionista» y destacó que «el 11 de octubre de 2023, a pesar del clima terrible que reina en Alemania, Die Linke fue el único partido en el parlamento que criticó el bloqueo de la Franja de Gaza». Martínez mencionó una pequeña minoría de alrededor del cinco por ciento de los delegados que están a favor de Israel. «El compañero Manu debería saber que alguien de esta minoría, Klaus Lederer, lo calificó de antisemita en un discurso en la conferencia del partido y fue abucheado por los demás». Pineda había sido noticia en Alemania por comparar Gaza con el gueto de Varsovia y el diario amarillista Bild le acusó de hacer propaganda pro Hamás en el parlamento europeo. La mayoría de Die Linke defendió a Pineda.
El político utilizó en uno de sus comentarios en dicha conversación, cuya lectura completa recomendamos encarecidamente, que Diario Red había publicado un artículo en el que se aseguraba lo mismo que él decía. Eso no es cierto. En ese artículo se comenta el discurso del jefe del grupo parlamentario en el Bundestag Dietmar Bartsch y el artículo es de una semana después del 7 de octubre, cuando aún el ataque de Hamás estaba muy reciente y no se sabía aún la dimensión genocidal de la respuesta de Israel. Desde entonces Die Linke ha mostrado una posición bastante diferente, que queremos actualizar con este artículo.
Mientras el partido verde Die Grüne, que forma parte del gobierno alemán, se mostraba a favor de Israel de forma incondicional, ya en noviembre, el partido Die Linke pedía un alto el fuego inmediato en el congreso celebrado en Ausburgo. En dicho documento puede leerse que el partido considera «erróneo que el canciller federal Olaf Scholz, a diferencia de España, Irlanda y otros países de la UE, se haya pronunciado en contra de un alto el fuego» y se mostraban en contra de «la exportación de armas a regiones en crisis, ya que más armas no conducen a más seguridad». También pedían «la investigación y el enjuiciamiento de todos los crímenes ante la Corte Penal Internacional, como lo ha prometido el Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, en su informe del 30 de octubre». También dejaban claro: «Nos oponemos a la reducción de la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo para los territorios palestinos». Martin Schirdewan, el jefe de Die Linke, ha pedido también el reconocimiento del estado palestino.
Asimismo Die Linke criticaba en dicho documento que «estamos presenciando actualmente un desplazamiento extremadamente problemático del discurso» que consistiría en que «el antisemitismo se atribuye principalmente a personas con antecedentes migratorios o de fe musulmana y se les coloca bajo sospecha generalizada» a pesar de que el mismo se encuentra también en la clase media y en la extrema derecha. Y también rechazan ahí «las prohibiciones de manifestaciones generales, ya que la libertad de reunión es esencial para una democracia. Cada persona debe tener el derecho en este país a manifestarse pacíficamente por el fin de la guerra en Gaza y salir a la calle para hacerlo». En ese sentido, a las manifestaciones pro Palestina a las que Diario Red ha asistido, pudimos observar alguna bandera de Die Linke, pero ninguna de los verdes (Die Grüne).
La situación específica de Alemania es conocida en todo el mundo debido a la culpa histórica derivada del holocausto. En Diario Red hemos ido contado cómo el país lleva a cabo una transformación hacia un cuasi estado policial en el que la disidencia no es deseada y en el que incluso se acusa a cualquiera que exprese su opinión con libertad. Se cancelan actos, se pierden los empleos. En este contexto, Die Linke defiende el derecho de existencia de Israel y apuesta por la solución de los dos estados que puedan vivir en coexistencia pacífica mientras ha pedido, como hemos visto más arriba, acabar con los envíos de armas y que se juzgue al gobierno israelí por los crímenes de guerra. (No hablan de genocidio, ningún partido con representación parlamentaria lo hace). La etiqueta «sionista» no parece la más apropiada.
El grupo verde en Europa y la guerra
A estas cuestiones habría que añadir el que buena parte de los verdes son anticomunistas y el PCE estaría de ese modo pescando votos para ellos. Pero más importante resulta en estos momentos y en estas elecciones europeas históricas la posición de los diferentes partidos con respecto a la guerra en Ucrania, algo que nos va a afectar a todos los europeos por los planes manifiestos de militarizar la Unión. La Comisión quiere una Europa que fabrique más armas y que centralice su compra, a ser posible dando más competencias a la propia Comisión para tomar decisiones en ese sentido. A pesar de que se tildan a sí mismos de pacifistas en el grupo European Greens han abandonado la máxima de que no es buena idea mandar armas a zonas en conflicto, como dejan muy claro en su web: «Como Verdes, nos mantenemos firmes en nuestra solidaridad y apoyos inquebrantables a Ucrania, y en su respaldo continuo tanto financiero como militar» y agregan que «la lucha del pueblo ucraniano por la libertad, la paz y la adhesión a la Unión Europea es nuestra lucha».
The Left, sin embargo, critica fuertemente este planteamiento: «Mientras la gente de Europa lucha con el costo de vida, la Comisión Europea quiere usar su dinero en impuestos para financiar la industria armamentista». La eurodiputada de Izquierda Özlem Demirel de Die Linke criticaba el pasado abril que la UE «discuta temas como una economía de guerra europea». Gracias a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, «las empresas de defensa europeas están de fiesta permanente, ya que mientras las ganancias de éstas aumentan pierden los proletarios, como ya dijo con acierto Rosa Luxemburgo hace 100 años». La diputada aseguraba que «The Left seguirá luchando para proteger la formulación de políticas de la codicia corporativa», ya que «una Unión militarizada va en contra de los Tratados Fundacionales de la Unión». Además, asegura que «las armas nunca traen paz».