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La conferencia, que tuvo lugar el 8 de julio pasado, reunió a 15 países (ver lista de apoyos). Participantes y oyentes, desde casi 100 puntos de conexión, siguieron durante 4 horas las intervenciones, lectura de mensajes y saludos en vídeo de Sahra Wagenknecht (ver adjunto), de Sévim Dagdelen, de un militante anarcosindicalista serbio y un luchador islandés contra la guerra.
En Berlín, presidían la reunión Carla Boulboullé (por la revista SoPoDe, Soziale Politik und Demokratie), Marcus Staiger (de la asociación Calefacción, Pan y Paz), Evelin Genzel (Calefación, Pan y Paz y miembro de Aufstehen) y Andreas Kutsche (de la Alianza por la Paz de Brandeburgo y de Ver.di).
Tras la presentación de Carla Boulboullé, Gotthard Krupp (de la revista SoPoDe) hizo una introducción política en nombre de los 9 impulsores alemanes de la conferencia (véase adjunto), exponiendo lo que estaba en juego en este encuentro: «Es de la máxima urgencia que las fuerzas de resistencia compartan sus experiencias y debatan sobre cómo fomentar sus vínculos a escala europea; cómo pueden organizarse en una red a escala europea».
Las fuerzas que se reunieron el 8 de julio, con sus historias y orígenes muy diferentes, hablaron todas dentro de este marco, con el mismo deseo de unir sus esfuerzos en la lucha contra la guerra y contra la guerra social frente a los Gobiernos.
Todos eran conscientes de la gravedad de la situación: «La situación mundial actual guarda muchas similitudes con la situación inmediatamente anterior a la guerra mundial» (Marielle Leerand, Noruega). Varios oradores hablaron del «riesgo de holocausto nuclear».
Reunir a las fuerzas progresistas
«Gracias por reunir a todas las fuerzas progresistas que luchan por la paz», dijo Maurizio Coppola, de Potere al Popolo.
«Enhorabuena por haber emprendido la coordinación de varias iniciativas de paz en toda Europa. Estamos de acuerdo con el lema ‘No a la guerra. No a la guerra social’, que vincula la cuestión fundamental de la paz al movimiento obrero y a otros movimientos diversos» (Evangelina Sotiropoulou Acción anti OTAN Grecia).
Esta voluntad de vincular la lucha contra la guerra y la lucha contra la guerra social recorrió todas las intervenciones.
«A la línea belicista del Gobierno en el exterior corresponde una línea belicista en el interior contra los trabajadores», dijo Maurizio Coppola hablando del Gobierno Meloni.
Jérôme Legavre, diputado de LFI y militante del POI, intervino a las 16:00 horas, recién llegado de la manifestación «Justicia para Adama» prohibida por el Gobierno Macron. Ese mismo Gobierno que «impone a todos trabajar dos años más».
Pedro Soares, del Bloque de Izquierda (Portugal), señaló: «Al amparo de la guerra en Ucrania, la guerra social se profundiza en la UE. Las manifestaciones en varias ciudades francesas contra el asesinato policial del joven Nahel muestran el profundo problema social que se extiende a medida que los liberales de Macron intensifican sus ataques a los derechos e ingresos de una población cada vez más precarizada.
Ludo de Brabander (Bélgica) concluyó: «El movimiento por la paz debe seguir convenciendo a los sindicatos y otros movimientos sociales de que nuestros intereses convergen y de que debemos hacer campaña juntos por la paz y la justicia social».
Rechazo a las entregas de armas
Los oradores insistieron en no alinearse con partidos de izquierda que a menudo apoyan la guerra, la OTAN y las entregas de armas. Beppe Savary Borioli denunciaba que en Suiza: «El Partido Socialdemócrata se ha puesto el casco y nuestro ejecutivo va a entregar sus tanques». Recordaba que, ya durante la Segunda Guerra Mundial, «Los suizos entregaban armas a los nazis y hacían negocio durante la semana, y el fin de semana hacían rogativas por lapaz».
Andrej Hunko, miembro del Bundestag, concluyó su discurso diciendo: «Siendo de origen ucraniano, tengo que decir que la verdadera solidaridad significa poner fin a esta guerra. Hoy necesitamos un alto el fuego. Eso es solidaridad. Exportar armas nada tiene que ver con la solidaridad».
Por un comité de enlace
Numerosos oradores y mensajes se hicieron eco de la propuesta de Gotthard Krupp, junto con los 9 impulsores alemanes, de constituir un Comité Europeo de Enlace: «En cada ciudad, en cada país, tenemos que vincularnos a nivel europeo» (Andréas Kutsche, Alemania).
«Saludamos su iniciativa. Necesitamos una nueva plataforma contra la guerra» (Ögmundur Jonasson, Islandia).
«Estamos orgullosos de ayudar a crear una coordinación europea» (Britta Brendau y Michaël Altmann, Alemania).
«Permanezcamos conectados, permanezcamos conectados entre nosotros» (Jérome Legavre, Francia).
«Sólo permaneciendo unidos y ayudando a los pueblos de Europa a encontrar el camino de la unidad contra la guerra militar y social podremos evitar la amenaza de una tercera guerra mundial, cuyas consecuencias son inimaginables». (Anton Schou Dinamarca).
Carla Boulboullé concluyó la conferencia con esta importante tarea (véase adjunto).
