Redacción. Informaciónobrera.org
Iniciativa del Comité de Enlace Europeo contra la Guerra, reunido el 4 de mayo con delegados de 16 países
Llamamiento
«No se puede combatir la guerra cuando está matando a 1.000 soldados al día, cuando la censura y la ley marcial suprimen las libertades, hay que hacerlo antes, cuando aún podemos organizaros, manifestarnos. iEsta vez tenemos que impedírselo antes!»
Biden, Scholz, Macron, Sunak, Meloni,… i Vuestras guerras no son las nuestras!
Sois responsables de masacres y guerras.
El 24 de abril, el Congreso de Estados Unidos votó 95.000 millones de dólares para la guerra en Ucrania, para suministrar armas al Ejército de Netanyahu, para el despliegue bélico frente a China. A ello ha respondido una formidable ola de movilización estudiantil, que partió de la Universidad de Columbia (Nueva York), recuperando la consigna: «Genocide Joe. You can ‘t hide. How many kids have you kill today».
Más de 100.000 palestinos muertos, mutilados o desaparecidos. Cientos de miles de niños hambrientos, privados de cuidado y escuela, muchos de ellos huérfanos, traumatizados por la virulencia de los bombardeos y la destrucción perpetrada por el Ejército de B. Netanyahu.
Los jefes de Estado y de Gobierno, comenzando por el de Estado Unidos, seguido por la Unión Europea, son responsables de lo que la Corte Internacional de Justicia ha calificado de probable genocidio y del que son testigos horrorizados millones de personas cada día. Los Gobiernos participan en el aplastamiento del pueblo palestino organizando envíos de armas y componentes militares a Israel y manteniendo los acuerdos comerciales con el Estado que mata y destruye toda forma de civilización en la Franja de Gaza.
A pesar de la inacción, del silencio incluso, de las direcciones del movimiento obrero, poderosas protestas y movilizaciones se multiplican por todos los países del mundo, por todos los continentes, incluso en Israel, en defensa del pueblo palestino y de sus derechos.
Los Gobiernos y la Unión Europea que han permitido y continúan apoyando este genocidio (calificado como tal hasta por el Papa), intentan hoy atemperar sus palabras, espantados por las consecuencias de su política en Palestina y en su propio país.
Los Gobiernos quieren implicarnos más en la guerra de Ucrania, enviando tropas y enfangándonos en un conflicto entre potencias nucleares. Los mismos que nos vendían la Unión Europea como un espacio de paz, preparan hoy la guerra.
El movimiento obrero alemán contra la guerra exigió «mantequilla en lugar de cañones». Pero desde numerosos Gobiernos y desde la Unión Europea se alzan voces por la instauración de una economía de guerra, que significa un ataque general contra las conquistas sociales, las libertades democráticas y los servicios públicos que las luchas obreras impusieron en cada país. Mientras las cúpulas sindicales sigan apoyando la orientación bélica de las élites dirigentes de Europa, no podrán impedir la destrucción de esas conquistas obreras.
A ambos lados de la frontera ruso-ucraniana, se detiene a los jóvenes en las calles, en las ciudades y en el campo, para enviarlos por la fuerza al frente y a la muerte. Cuando Putin recluta a 300.000 nuevos soldados, Zelenski rebaja en dos años la edad del reclutamiento. Y ello para servir de carne de cañón al servicio de las multinacionales y de los oligarcas de todo pelaje. Rechazamos la extensión de esta guerra. Queremos que pare inmediatamente.
Frente a todos los Gobiernos partidarios de la guerra, que pretenden hipócritamente defender la paz y la democracia desmantelando por doquier las conquistas sociales y democráticas, que rechazan las negociaciones y el alto el fuego, que siguen enviando armas, nosotros nos situamos del lado de los jóvenes ucranianos y rusos que no pueden más con la guerra, del lado de los trabajadores y jóvenes que rechazan la guerra y la opresión, y exigen el alto el fuego, el levantamiento del bloqueo de Gaza y la satisfacción de las reivindicaciones sociales y políticas.
Decimos: ¡no en nuestro nombre!
Rechazamos las guerras y la barbarie, que solo benefician a los poderosos y a los industriales del armamento cuyas ganancias se disparan.
Por nosotros, por nuestros hijos, por nuestros nietos, rechazamos ser arrastraos a la guerra y la militarización de toda la sociedad.
Rechazamos los presupuestos militares cada vez más elevados bajo la tutela de la OTAN y de la Unión Europea, denunciamos la guerra social librada contra los trabajadores y la juventud.
Rechazamos todos los atentados a las libertades, las amenazas y la represión. Defendemos la libertad de expresión, de reunión, de manifestación, y el derecho de huelga, particularmente amenazados.
La movilización de los pueblos podrá detener la escalada mortífera a la que los Gobiernos quieren arrastrarnos, y parar los envíos de armas.
Uniéndonos por encima de las fronteras, actuamos por la unidad internacional de los trabajadores y los jóvenes para imponer el alto el fuego y la reasignación de los presupuestos militares a las necesidades vitales de la población, a la escuela, los hospitales, los salarios y las pensiones.
¡Alto al genocidio del pueblo palestino! ¡En Palestina, como en Ucrania, alto el fuego inmediato! ¡Alto a los envíos de armas! ¡No a la intervención militar de las fuerzas de la OTAN en Ucrania!