Don Fitz. Greensocialthought.org
Por horribles que sean las atrocidades sionistas contra los palestinos, no debemos olvidar el hecho de que reflejan acontecimientos que han ocurrido durante décadas y que seguirán ocurriendo. Son el capítulo actual de los repetidos desfiles de exterminio masivo que han caracterizado al capitalismo desde su nacimiento.
Un tema recurrente en las campañas ha sido el acaparamiento de tierras, o la apropiación de tierras ocupadas por personas que han estado viviendo allí durante siglos o milenios. Con esto en mente, el Partido Verde de St. Louis (GP StL) decidió señalar la fuerte conexión entre la ocupación criminal de Palestina y el movimiento LandBack en su sitio web, en sus discursos y en sus folletos.
LandBack o “Retorno de Tierras” fue presentado en 2018 por Arnell Tailfeathers de la Confederación Blackfoot. El movimiento pedía que los nativos americanos de Estados Unidos y Canadá recuperaran sus tierras ancestrales. La idea se extendió rápidamente a México, Australia, Nueva Zelanda e incluso Fiji.
LandBack podría abarcar fácilmente a los 104 millones de adivasi de la India, las culturas nativas de toda América Latina y los pueblos de África que han sido expulsados de sus hogares por la agricultura corporativa, la extracción de combustibles fósiles y la profanación de tierras para obtener minerales de energía “verde”.
Hoy en día, no hay lugar más justificado para LandBack que Palestina, donde los “colonos” israelíes (con respaldo militar) los han expulsado de sus tierras y los han masacrado durante generaciones.
Según el manifiesto de LandBack, “Nuestra lucha está interconectada con las luchas de todos los pueblos oprimidos. Es un futuro en el que coexisten las reparaciones negras y las LANDBACK indígenas. Somos la tierra”.
Yendo mucho más allá de la economía, LandBack considera que la tierra está ligada a la cultura: recuperar la tierra es fundamental para los esfuerzos de los colonizados por afirmar su existencia. Aboga por la descolonización, el desmantelamiento de la supremacía blanca y la recuperación de la administración para salvar su tierra.
Los esfuerzos palestinos por recuperar su tierra pueden convertirse en una chispa para movilizar a LandBack en todo el mundo.
¿De quién son las vidas que importan?
Los colonizadores inevitablemente deshumanizaron a sus víctimas, ya sea esclavizando a los africanos o robando tierras indígenas. Los insultos racistas impregnaron la conquista capitalista de aquellos que consideraban “inferiores”.
Una de las modas actuales de deshumanización es guardar la palabra “terrorista” para aquellos que hacen valer sus derechos humanos. Los medios corporativos nunca retratan a las Fuerzas de Defensa de Israel como “terroristas”, a pesar de que han llevado a cabo innumerables ataques militares contra palestinos durante los últimos 75 años. La única manera de que esto tenga sentido es asumiendo que “las vidas palestinas no importan”.
Después de que un asesor de Benjamin Netanyahu admitiera que las fuerzas israelíes atacaron un hospital por más de 500 asesinatos para supuestamente atacar una base de Hamas, Joe Biden juró su apoyo a Israel. Se pone del lado de Netanyahu sin importar cuántos palestinos mate Israel. Biden afirma ser humanitario mientras actúa como si “las vidas palestinas no importan”.
Apropiación genocida de tierras de Palestina
El genocidio de un pueblo incluye tanto su eliminación física como el exterminio de su cultura, sus formas de vida, sus vínculos con la tierra, sus costumbres, las cosas que considera sagradas. Las “escuelas indias” de Estados Unidos y Canadá que obligaban a los niños a cortarse el pelo y hablar inglés eran sólo una de las formas en que las potencias occidentales han gritado a otros pueblos que sus culturas son demasiado inútiles para ser preservadas.
La Declaración Balfour, que sentó las bases para la partición de Palestina, se basó en la suposición de que Israel acabaría expulsando a las personas que vivían allí. Era un plan para un genocidio lento pero seguro de los palestinos.
Biden es al menos tan culpable de cometer genocidio contra los palestinos como Netanyahu o Trump. Los tres se unen para hacer lo que sea necesario para eliminar a los palestinos y a las personas de todo el mundo que se interponen en el camino del acaparamiento de tierras.
Palestina es el mundo
Israel enseña a la policía de otros países técnicas para brutalizar a sus poblaciones, mientras que los medios de comunicación estadounidenses juegan con moldear la opinión pública demonizando a la víctima como el criminal. El ataque a Gaza es tanto una masacre en tiempo real como un ensayo general para aplastar a quienes desafían la hegemonía occidental o que viven sobre combustibles fósiles o minerales para obtener energía alternativa.
Las luchas por las vidas humanas, la libertad y la tierra son globales. Palestina, Venezuela y Cuba son solo tres de las docenas de países que Estados Unidos busca estrangular a través de sanciones e invasiones. En las elecciones de 2024, los republicanos y los demócratas competirán para ver cuál puede ser más cruel.
El Partido Verde de San Luis mostró su dedicación a la liberación humana cuando afirmó lo siguiente:
En primer lugar, la actual campaña genocida contra Palestina no es una cuestión “aislada”. La matanza sionista es parte de los esfuerzos de más de 500 años del capitalismo colonial para destruir a cualquiera que se interponga en el camino del crecimiento económico corporativo.
En segundo lugar, no puede haber “igual culpa” para ambas partes. La solución de la crisis debe comenzar con la retirada de Israel de los territorios ocupados, el reconocimiento de su historial criminal y la reparación de sus víctimas.
