Grupo Tortuga
El pasado año fuimos rastreando los acuerdos del Consejo de ministros y ministras que aprobaban o autorizaban gasto militar en sus sesiones (entre el 1 de enero de 2022 y el 31 de diciembre). Segun esta información, 2022 acabó con un total de gasto aprobado de nada menos que 15.020,02 millones de euros.
Y gran parte de esta suma, no sólo estaba fuera del presupuesto de 2022, sino que se comprometió para años sucesivos. Pueden consultarse los detalles en la siguiente tabla de compromisos de gasto.
Pero este año no le vamos a la zaga.
Desde enero de 2023 a 14 de abril de 2023 hemos alcanzado la bonita cifra de 4.289,26 millones de euros autorizados por Consejos de ministros, la mayoría con cargo a presupuestos futuros (es decir, condicionando los presupuestos futuros que deberán asumir el compromiso acordado y que, en gran parte, están destinados a operaciones de injerencia militar en el exterior y a adquisición de armas).
A este “pastizal” deben añadirse los más de 338,60 millones de euros que obtendrá Defensa (en concreto el INVIED) por la venta de terrenos militares, entre otros para el pelotazo de la operación campamento en Madrid.
Entre las partidas más escandalosas se encuentran las destinadas al ciclo de rearme en el que España se ha embarcado.
En concreto hablamos de 3.147,66 millones de euros que el Ministerio de Industria prestará a interés «cero» a la industria militar (la pobre industria militar es tan pobre que necesita que la pre-financien y no le cobren intereses por los créditos que le conceden) para la fabricación de una parte de los programas del ejército del aire, en concreto los programas Halcón y el avión de combate EF-2000, dos armas de «proyección» (antiguamente llamadas de “invasión”) destinadas a hacer la guerra a miles de kilómetros.
A ello se une el chute de otros 581 millones de euros para sostener el intervencionismo militar español fuera de las fronteras españolas, y los 36 millones más para apoyar la cronificación de la guerra de Ucrania (26 millones a sumar a los ya más de 300 entregados para tal fin más la entrega de tanques Leopard y otros instrumentos de guerra comprometidos a futuro).
Más de 4.200 millones de dopaje militar extra desde enero a mediados de abril de 2023
El cuadro completo demuestra el insensible goteo de autorizaciones militares del gobierno de «izquierdas» más militarista de la democracia (mejorando incluso al militarismo rancio de González y del talentoso Zapatero), considerando el espectacular aumento de gasto militar protagonizado por los diferentes gobiernos de los últimos tiempos.
Lo podemos verificar en la siguiente tabla de elaboración propia, a partir del gasto militar estimado y/o reconocido desde que gobierna el PSOE con apoyo de Podemos o la coalición de gobierno PSOE-Unidas Podemos.
Nada extraño, por otra parte, porque, al margen de las retóricas de captación de votos, resultan patentes la tradición militarista de esta “izquierda” y la patente falta de una propuesta propia de seguridad como estado, tal como puede observarse analizando las declaraciones de sus ausentes o nominales líderes, así como sus propuestas programáticas y ofertas electoreras.
El aplastante consenso militar en el Consejo de ministros y ministras llama la atención porque, ante la escenificación de desacuerdos en otras materias, pareciera que la vocación militarista es unánime y pacífica. En esto las izquierdas electorales sí que SUMAN.
Luego nos vendrán con sus cuentos y sus cuentas, pero la triste realidad es que no tienen credibilidad, a estas alturas, con respecto a ningún compromiso por la Paz con medidas concretas.
PP, PSOE y toda la retahila parlamentaria son el mismo partido en materia militar: el gran partido militarista y aguafiestas: español y bien español.
