Llamamiento de la dirigente sindical de IG Metall y presidenta de la DTGB contra el retraso en las inversiones y deslocalización de la producción. La DGB e IG Metall exigen una reforma del freno de la deuda como alternativa a las políticas de recorte social y super-gasto militar del gobierno y parlamento alemanes. Des-industrializar el país sólo puede que provocar destrucción y sufrimiento añadidos.
Alexander Reich. Jungerwelt.de
Yasmin Fahimi, presidenta de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), ha subrayado el llamamiento a una «reforma muy fundamental» del freno de la deuda. Con el fin de reducir el «retraso en la inversión de las últimas décadas», dijo Fahimi en un comunicado de dpa el martes 26 de diciembre, «se necesita urgentemente un nuevo consenso entre los partidos sobre la liquidación de la deuda y los fondos especiales». En su forma actual, el freno de la deuda es «ciego al futuro» y tiene un efecto «contraproducente».
«Tenemos mucho que hacer para ponernos al día en términos de infraestructura», dijo la presidenta de la confederación sindical. Esto se aplica a las escuelas y guarderías, al sistema de atención y salud, a las carreteras y a la movilidad en general.
«Tenemos que eliminar este retraso en la modernización y, al mismo tiempo, resolver la tarea única en un siglo de transformarse en una economía y una sociedad climáticamente neutras». En esta situación, los «llamamientos baratos a la austeridad» sólo «prepararían el terreno para un populismo destructivo».
En lugar de incitar a los trabajadores de bajos salarios contra los beneficiarios de los beneficios ciudadanos, «tenemos que hablar sobre el hecho de que de crisis en crisis los ricos se están volviendo cada vez más ricos», dijo Fahimi, sobre todo «porque Alemania es un paraíso fiscal para los ricos».
La nueva directora de IG Metall, Christiane Benner, advierte de una «progresiva desindustrialización» en una reciente evaluación de una encuesta del comité de empresa. En muchas empresas, las inversiones no se materializaron, según Benner.
Parte de la producción se trasladaría al este. En el caso de las empresas de gran consumo energético, la tendencia se ha visto reforzada por los recientes objetivos de ahorro. «El paquete de precios de la electricidad ya era demasiado ajustado antes, y si se añaden miles de millones de euros en tarifas de red, la situación se deteriorará».
Para Benner, también, una cosa es cierta: «Tenemos que abordar el freno de la deuda para superar los desafíos». En lo que se refiere a la «necesaria financiación de la transición ecológica», los políticos carecen de «previsión de los costes de seguimiento».
La CDU/CSU y el FDP no creen en una reforma del freno de la deuda, que requeriría una mayoría de dos tercios en el Bundestag.
