Dentro de una semana habrá elecciones en Grecia y no se esperan cambios importantes entre los partidos de la capital. Sin embargo, se espera que el Partido Comunista Griego tome una decisión fuerte y avance, lo cual es importante no solo para el pueblo de Grecia, sino también para el movimiento comunista en el mundo.
En una entrevista con uno de los periódicos del país, el presidente de los comunistas, Dimitris Koutsoumbas, explica cómo los partidos del capital se suceden más o menos. Cuando la derecha está en el poder, se preparan para la izquierda, y cuando la izquierda está en el poder, se preparan para la derecha, tanto a través de políticas que benefician al capital pero que son impopulares entre la gente común.
Al mismo tiempo, el partido izquierdista Syriza de la capital ha tratado de atar a los comunistas a través de varios tipos de alianzas, a las que se ha negado sistemáticamente. En respuesta a Syriza, los comunistas declararon que “no estamos entrando en ninguna alianza con aquellos que no sólo han sido llevados por el pantano, sino que también se han convertido en parte de él“.
En cambio, Koutsoumbas instó a la gente a votar por los comunistas, porque un partido comunista fuerte debilita al gobierno. Este mismo llamado capta la esencia de lo que debería ser la actitud de todo revolucionario hacia la política burguesa: ninguna ilusión sobre el mal menor, por el contrario, una clara oposición a todo el sistema, independientemente de qué partido lo administre.
Tal actitud también es absolutamente necesaria en vista de la situación dentro del movimiento comunista internacional, donde muchos partidos han tomado un camino parlamentario y de una manera u otra se han atado al sistema. El ejemplo griego muestra que un camino revolucionario también es transitable, incluso en la propia casa del león: el parlamentarismo burgués.