En julio próximo está prevista una Cumbre internacional de los pueblos (ver en Agenda), pero la organización «Europa por la Paz» también llama a la acción colectiva descentralizada en cada territorio con este mismo objetivo.
Con este interés, presenta la siguiente campaña de implicación institucional, basada en la presentación de mociones tipo en cada municipio, provincia o región «En apoyo del alto el fuego en Ucrania, iniciativas para la negociación y una conferencia internacional de paz y por caminos de desarme nuclear global».
Moción por la Paz en Ucrania y el desarme nuclear
Texto tipo a presentar en las instituciones desde los grupos políticos o en calidad de entidades sociales o ciudadanos y ciudadanas:
Moción n° ____
presentada el _____
por iniciativa de _______
Moción de apoyo del alto el fuego en Ucrania, iniciativas para la negociación y una conferencia internacional de paz y para vías mundiales de desarme nuclear El Ayuntamiento/Asamblea Legislativa Regional…
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Esta Corporación, reiterando su enérgica condena de la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania, observa que, más de un año después del comienzo del conflicto, el temido espectro de una guerra prolongada en el centro de Europa se ha convertido en una realidad, con el riesgo real de una nueva escalada que podría incluir realmente el uso catastrófico de armas nucleares.
En nuestro país y en toda Europa, siguiendo el ejemplo que ha caracterizado el compromiso del Papa Francisco durante meses, hay continuos llamamientos a la paz, a la necesidad de detener la guerra y hacer todo lo posible para evitar un conflicto nuclear de proporciones inimaginables para la supervivencia misma de la humanidad.
Los efectos devastadores de esta guerra no se limitan a un aumento del peligro nuclear, sino que también socavan los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático, ponen en peligro el suministro de cereales de los países pobres de la Federación de Rusia y Ucrania, y crean el peligro de nuevas hambrunas y emergencias alimentarias.
Los efectos de la guerra en las poblaciones civiles son dramáticos con la pérdida de miles de vidas humanas, con la huída de millones de ciudadanos ucranianos de sus hogares a otros países, con la destrucción de ciudades y sitios industriales, con la interrupción de los servicios de agua y electricidad, con la suspensión de cursos escolares para estudiantes; con la pérdida de millones de puestos de trabajo y la interrupción de las actividades económicas.
Los objetores de conciencia y los que se oponen a la guerra son perseguidos, encarcelados, privados de sus derechos.
Además de la necesidad primaria de detener el trágico derramamiento de sangre y la destrucción de ciudades enteras en Ucrania, existe la necesidad de reparar las gravísimas repercusiones económicas y sociales que la guerra está produciendo en Europa y en nuestro propio país, debido al aumento insostenible de los costos de la energía y muchas materias primas, así como al bloqueo de las exportaciones a un mercado fundamental como el ruso ya puesto en dificultades en los últimos años por las sanciones internacionales.
Hoy el envío de armas cada vez más pesadas no solo no acelera el fin del conflicto y el inicio de una mesa de paz, sino que, por el contrario, alimenta el riesgo real de una catástrofe, incluida la nuclear y ahora parece tener como único propósito el apoyo a la industria militar a través del aumento del gasto de guerra, con Nuestro país que desde el comienzo del conflicto ya ha gastado bastantes miles de millones de euros para enviar armamento a Ucrania.
Según todas las encuestas de opinión, la mayoría de la población está en contra de la guerra y las movilizaciones promovidas en todo el territorio por la Paz han expresado una gran participación de la sociedad contra la guerra y a favor del alto el fuego.
La presencia en los arsenales y la proliferación de las armas nucleares siguen representando una de las mayores amenazas a la paz y la seguridad internacionales.
Nuestro país YA ratificó el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP), que exige que todos los Estados Partes se comprometan a lograr el desarme nuclear total y completo y se adhiere al TNP como Estado no dotado de armas nucleares, habiéndose comprometido a no construirlas ni adquirirlas de ninguna manera.
Aunque los acuerdos sobre desarme nuclear acordados entre las grandes potencias han llevado a lo largo de los decenios al desmantelamiento de decenas de miles de armas nucleares, en los últimos años las operaciones de eliminación se han ralentizado tanto que, más de 30 años después del fin de la Guerra Fría, aún quedan muchas armas nucleares en el arsenal.
El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares fue negociado y adoptado con el voto positivo de 122 Estados el 7 de julio de 2017: abierto a la firma el 20 de septiembre de 2017, actualmente ha recibido la firma de más de 85 Estados.
El instrumento de ratificación del 50º Estado fue depositado en las Naciones Unidas el 24 de octubre de 2020, para el cual el Tratado entró en vigor el 22 de enero de 2021. La adhesión al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares es fundamental para construir una política de paz, contribuyendo así tanto a la acción para promover el diálogo como a la diplomacia, dejando atrás la lógica obsoleta de la disuasión nuclear basada en la desconfianza mutua.
La entrada en vigor del Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares fortalecerá la construcción del paradigma de la seguridad internacional basado en el multilateralismo, en los acuerdos de desarme, en la seguridad humana, que nuestro país ha apoyado en muchas otras ocasiones.
Por todo ello es por lo que proponemos las siguientes
PROPUESTAS DE ACUERDO
1.- instar a la Presidencia del Consejo de Ministros para que el Gobierno actúe ante la Unión Europea, las Naciones Unidas y los demás países activos en la búsqueda de un alto el fuego para una solución diplomática que prevea el cese inmediato de toda actividad bélica y el inicio, bajo la coordinación de la propia Unión y de las Naciones Unidas, una mesa de negociación entre Rusia y Ucrania con el objetivo de restablecer el respeto del derecho internacional, los derechos humanos y buscar una paz estable y duradera en toda la zona afectada por el conflicto.
2.- Pedir a la Presidencia del Consejo de Ministros que conceda asilo y protección y el estatuto de refugiado político a los objetores de conciencia y desertores de los países afectados;
3.- Que apoyen, conscientes de que debe ponerse fin a la escalada actual y de que no existe una solución militar al conflicto, las iniciativas de la coalición Europa por la Paz, tanto a nivel nacional como europeo (como la próxima conferencia de paz que se celebrará en Viena los días 10 y 11 de junio), para un alto el fuego y la negociación entre las partes, la convocación de una conferencia internacional de paz;
4. Que apoye y refuerce todas las iniciativas humanitarias en favor de la población civil, incluida la acogida de refugiados, con especial referencia a las promovidas por la coalición de asociaciones bajo el acrónimo «Stop the War» mediante el envío de ayuda y la prestación de asistencia a las poblaciones de Ucrania.
5. Promover la adhesión de nuestro país al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares apoyando las iniciativas de desarme nuclear promovidas por la sociedad civil, en particular adhiriéndose al Llamamiento de las ciudades, promovido en todo el mundo por la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (Premio Nobel de la Paz 2017), entre otras.
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Nota: Una vez registrado y sometida a aprobación esta moción, por favor enviar una copia a campagne@retepacedisarmo.org, a fin de realizar un seguimiento de todas las membresías
