Acaba de conocerse que la denuncia de una manifestante a la policía autonómica por dejarla tuerta ha quedado sobreseída. En la sentencia, el juez cree que la joven que perdió un ojo por un proyectil de los Mossos debe “cargar con las consecuencias”. Considera que ella misma se “autocolocó” en una situación de peligro al participar en una manifestación pacífica contra el encarcelamiento de Pablo Hasél.
Redacción. Grupotortuga.com
El magistrado que archivó la causa contra tres agentes antidisturbios señala a la víctima. La mujer pide la reapertura del caso y muestra su indignación con la decisión judicial: “¿Quiere decir que no es seguro manifestarse?”.
El juez que archivó la causa contra los agentes de los Mossos d’Esquadra que dispararon un proyectil de foam que dejó malherida a una joven que terminó perdiendo un ojo cree que ella es quien debe “cargar con las consecuencias” por ponerse en peligro al participar en en una protesta en la que se estaban produciendo altercados. Los hechos tuvieron lugar en una manifestación en Barcelona contra la detención del rapero Pablo Hasél en febrero de 2021.
En el auto del titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, al que ha tenido acceso El País, el magistrado considera que la víctima “se autocolocó en una situación de peligro”. Además, cree que no hubo intencionalidad ni imprudencia en la actuación de los agentes de los Mossos investigados. Ahora, la joven ha reclamado la reapertura de la causa al considerar que existen indicios “suficientes” contra ellos.
El juez cree que la víctima “se autocolocó en una situación de peligro”
De este modo, el juez considera que la actuación de los antidisturbios fue “proporcionada” ante la “extrema agresividad” previa de algunos manifestantes. Sin embargo, para la defensa de la víctima y la acusación popular ejercida por el Centro Irídia, el archivo acordado por el juez es “precipitado” e “indebido”. Entienden que las diligencias llevadas a cabo en la instrucción han acreditado la existencia de indicios de criminalidad en la conducta de los escopeteros y también del sargento que les ordenó disparar.
Los recursos resaltan que la actuación fue también antirreglamentaria, ya que entienden que no se respetó el protocolo interno de uso de los proyectiles de precisión. Además, advierten de que, atendiendo a la normativa internacional de derechos humanos, los hechos también constituirían un delito de tortura o, subsidiariamente, contra la integridad moral, según recoge Efe.
La víctima lamenta que el juez instructor del caso considere “justa” su “mutilación”
La víctima, también según los recursos, fue “gravemente lesionada” por un proyectil cuando se encontraba andando “en dirección contraria” a la de los agentes. La distancia entre ellos “impedía la existencia de ninguna agresión directa” a los policías ni ninguna “situación de riesgo” para los demás manifestantes. Por este motivo, esgrimen que se dio un “uso ilegítimo” de la fuerza por parte de los Mossos, “contrario” a los principios que lo regulan y al protocolo de los proyectiles de foam.
El padre de la joven ha leído este jueves una carta pública escrita por la propia víctima en la que lamenta que el juez instructor del caso considere “justa” su “mutilación”, al señalar que “se expuso a ella”. “¿Eso quiere decir que no es seguro salir a la calle a manifestarse? Si eres de izquierdas, si eres independentista, si vas en contra de lo que quieren que hagas, acabarás mutilado: eso parece que nos da a entender el juez”, ha sentenciado.