Último regalo del gobierno “progresista” a las multinacionales

Montaje de presentación del Next Generation

A menos de 50 días de las próximas elecciones generales, el gobierno de españa ha tramitado ante Bruselas la petición del segundo tramo de los fondos europeos, de los que la banca y las grandes empresas serán sus principales beneficiarios. El 90% de lo recibido engrosará la deuda pública. Ayudas a los capitalistas a cambio de los ajustes y contrarreformas en la próxima legislatura.

Sergio Linares. Izquierdadiario.es

El gobierno PSOE-UP ha enviado a Bruselas este 7 de junio la adenda al Plan de Recuperación para recibir 94.344 millones más de fondos europeos. Esta nueva inyección se suma a los 70.000 recibidos en el primer tramo.

Del total de la nueva partida, un tercio se destinarán a subvencionar proyectos industriales de las grandes empresas. En concreto, serán 28.275 millones, 10.000 millones en subvenciones directas y 18.000 millones en préstamos, que se suman a los 14.200 millones que se están repartiendo del primer tramo.

Un total de 42.475 millones, cifra que se acerca a los 50.000 millones desembolsados en la crisis anterior, en aquel caso para sufragar el rescate bancario. Como en aquella ocasión, un 30% es de entrada irrecuperable – son ayudas a fondo perdido – y el resto es previsible que tampoco se recupere como pasó con las ayudas a la banca.

Sea como sea, los créditos no tendrán nada que ver con la asfixia que imponen los tipos de interés a las familias hipotecadas o a los autónomos endeudados. El gobierno les ofrece préstamos a un tipo de interés 30 puntos básicos por debajo del coste de emisión a diez años del Tesoro, y a devolver en de 30 años.

Estas “ayudas” europeas no son ningún cheque en blanco. De la siguiente partida 84.000 millones pasarán engrosarán la deuda pública española. De la anterior fueron otros 60.000 millones. Pero además, estos préstamos están vinculados – como en la crisis anterior – a controles de gasto y nuevas contrarreformas laborales y de pensiones en los próximos años.

Estas transferencias de dinero público se realizarán a través de los Planes Estratégicos para la Transformación y Recuperación Económica. De entre los PERTE más destacados está el ligado a la promoción del vehículo eléctrico. En esta segunda entrega, las multinacionales del automóvil dispondrán de otros 1.250 millones entre transferencias y préstamos. Las empresas ligadas al hidrógeno renovable recibirán una inyección de casi 5.500 millones, o el de la industria de semiconductores y microprocesadores de 2.720 millones, una cantidad casi idéntica a la de las eléctricas que inviertan en renovables. Las grandes compañías de gestión del agua se embolsarán 3.000 millones más.

Los 20.000 millones destinados a la financiación de proyectos de inversión sostenible de las comunidades autónomas, irán también a parar a empresas que gestionaran las externalizaciones ligadas a la construcción de vivienda pública, obras públicas o gestión de aguas y residuos.

También las supuestas ayudas para la financiación de las pequeñas y medianas empresas, son ante todo una gran oportunidad de negocio para la banca. Serán varios fondos que suman cerca de 45.000 millones, que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) cederá a los bancos privados para que los gestiones. Así, Santander, BNVA o La Caixa podrán especular libremente cobrando intereses a precio de mercado a los beneficiarios de los préstamos -mientras ellos los reciben a tipos subvencionados-.

El gobierno “progresista” decidió presentar la petición mucho antes del plazo límite fijado por la Comisión Europea, agosto. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, justificó las prisas para poder garantizar que las ayudas se recibían en la fecha estimada: “no era realista pensar que se pudiera iniciar un trabajo nuevo después de las elecciones, por responsabilidad y por no poner en este momento freno a todo el proceso en marcha”.

Se puede considerar este el último cheque-regalo del gobierno a las grandes empresas. PSOE y Unidas Podemos pasarán a la historia como uno de los ejecutivos que mayores transferencias de dinero público han realizado al sector privado en cuatro años. Los fondos europeos se suman a las ayudas extraordinarias aprobadas durante la pandemia. Su política ha servido para blindar los beneficios empresariales, que han aumentaron un 93% en 2022 solo en 2022, mientras los salarios se han dejado 8 puntos de poder adquisitivo en la legislatura según la OCDE.

Una política compartida y defendida por las dos alas del gobierno. No solo Calviño es forofa de los fondos, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz también presume de esta ayuda que hipoteca los ajustes y contrarreformas de los próximos años. En la misma línea, y con una sinceridad sin complejos, el secretario general del PCE se enorgullecía el pasado mes de marzo en RNE de que “en la historia de España, no ha habido una transferencia de recursos del Estado tan grande a las empresas privadas como la que ha llevado adelante este gobierno”.

El precio de esta transferencia será uno de los ejes de la siguiente legislatura. La Comisión Europea comienza a avisar de que la flexibilidad fiscal está llegando a su fin y que los distintos gobiernos tendrán que aplicar medidas de ajuste de gasto. Como vimos con Zapatero, primero, y Rajoy, después, tanto un gobierno de la derecha como del social-liberalismo, cumplirán con estos compromisos a base de recortes en servicios públicos, salarios públicos y aplicación del artículo 135. También las contrarreformas formarán parte de la nueva agenda del gobierno que entre, como la de las pensiones, que de hecho está ya recogida en el acuerdo entre Escrivà y las direcciones de CCOO y UGT, que definen que en los próximos años serán los “hombres de negro” del AIREF los que revisarán la viabilidad del sistema de jubilaciones.

Prepararse para enfrentar estos planes de ataque, los aplique quien los aplique, es una de las tareas urgentes de toda la izquierda anticapitalista, el sindicalismo combativo y los movimientos sociales. Contra la paz social impuesta estos últimos años por la burocracia sindical, es necesario avanzar en la organización, empezando por rodear de solidaridad y coordinar todas las luchas en curso – muchas en contra de los techos salariales o convenios a la baja firmados por la burocracia, como la de Telepizza, el sector informático o el audiovisual.

Al mismo tiempo, frente a la trampa del mal menor, que nos quiere condenar a ser recolectores de votos para el próximo gobierno ajustador progresista, es urgente dar pasos en construir una alternativa política independiente de la clase trabajadora, que luche porque las consecuencias de la crisis se descarguen en los capitalistas que se están embolsando miles de millones en beneficios y ayudas públicas.

Compartir:

Next Post

Campaña "Masacre de Melilla: un año sin justicia y con impunidad"

Vie Jun 9 , 2023
El 24 de junio de 2023 se cumple un año de la masacre de Melilla. Un año de las graves vulneraciones de derechos humanos perpetradas por el Estado español y el Estado marroquí, que se saldaron, según diversas fuentes especializadas, con la muerte y ejecución extrajudicial de al menos 37 […]
Cartel de la recogida de firmas

Boletín semanal de novedades

Recibe en tu email un correo semanal con todas las nuevas entradas publicadas en esta web

Sumario