Guido Piotrkowski. Brasildefato.com
Miles de argentinos se manifestaron el miércoles 20 de diciembre, “contra las medidas de ajuste económico” implementadas por el gobierno de Javier Milei. A primera hora de la mañana, la jornada comenzó marcada por la alta tensión, comenzando con un gran operativo policial realizado en los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que estrenaría su “protocolo antipiquetes”, presentado el pasado viernes 15, con el que amenazaron con no permitir que se llevara a cabo la manifestación. Sin embargo, la convocatoria logró vencer el miedo que el gobierno intentaba instalar.
Fue una movilización pacífica organizada por movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda. Mientras que los movimientos sociales y partidos vinculados al peronismo no participaron. La movilización fue convocada bajo las consignas de repudio al ajuste económico, el acuerdo con el FMI y la restricción del derecho a la protesta.
Desde hace años, cada 20 de diciembre, los movimientos sociales y los partidos de izquierda en Argentina organizan esta movilización. La fecha recuerda el estallido social de diciembre de 2001, que obligó a renunciar al entonces presidente Fernando de la Rúa. En esta ocasión, las movilizaciones se dieron luego de que De la Rúa decretara el estado de sitio y una feroz represión que dejó 39 manifestantes muertos, en medio de un contexto de profunda crisis económica.
El manifiesto de la movilización, leído en la Plaza de Mayo, denunció que el plan económico de Milei pretende “llenar las arcas del FMI, los acreedores de la deuda externa fraudulenta y los sectores más concentrados de la clase capitalista”. Agregó que el plan para enriquecer a los sectores económicos concentrados se está llevando a cabo “mientras se le dice a la gente que ‘no hay dinero’.
Además, también denuncia que:
Milei, junto a Patricia Bullrich, está lanzando un protocolo ilegal para prohibir las movilizaciones populares y las protestas sociales. Se trata de un intento de atentar contra un derecho democrático elemental que fue restringido por la dictadura militar genocida hace 40 años. Esto es ilegítimo, ilegal y antidemocrático. Saben que el pueblo argentino no se quedará de brazos cruzados ante este brutal ajuste y los ataques a nuestros derechos. Por eso quieren prohibirlos. Decimos no al protocolo, no a la represión y no a la criminalización de las protestas. Defensa irrestricta del derecho a la protesta y a la movilización popular, al derecho a la huelga y a ganar las calles contra este paquete reaccionario.
La policía intentó varias veces impedir que los manifestantes llegaran a la Plaza de Mayo. Al término de la movilización, las organizaciones sociales denunciaron que la policía detuvo a tres manifestantes.