Hans Von Der Buchard y James Angelos. Politico.eu
Las elecciones en los estados de Baviera y Hesse subrayaron la frustración con la coalición gobernante federal, ya que Alternativa para Alemania logró grandes avances.
En dos elecciones estatales alemanas que se consideran un indicador del estado de ánimo nacional, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) subió, mientras que los tres partidos que componen el gobierno de coalición federal del país sufrieron pérdidas significativas.
Las fuerzas conservadoras obtuvieron claras victorias tanto en los estados de Baviera como en los de Hesse. En Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU), un partido hermano de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de centroderecha, obtendría el 37 por ciento de los votos. En Hesse, la CDU obtendría el 34,6 por ciento de los votos.
Pero el mayor ganador de la noche fue posiblemente la AfD, un partido que se ha vuelto cada vez más extremista desde su fundación en 2013. La AfD quedó en segundo lugar en Hesse y en tercer lugar en Baviera, según los resultados preliminares, ganancias históricas para el partido.
El fuerte desempeño de la AfD fuera de su bastión tradicional en los estados de la antigua Alemania Oriental sugiere que el partido ha ampliado con éxito su base de apoyo. Este acontecimiento ya ha provocado una nueva oleada de examen de conciencia entre los líderes de los principales partidos.
“El aumento del desempeño de la AfD solo puede preocupar a todos los demócratas de este país”, dijo Ricarda Lang, colíder de los Verdes, en la televisión pública. “Me gustaría que nos alejáramos de las acusaciones y que todos los partidos demócratas consideraran ahora qué podemos hacer para que [los resultados de las elecciones] vuelvan a ser diferentes en el futuro”.
Tanto en Baviera como en Hesse, los tres partidos que conforman la coalición gobernante del canciller alemán Olaf Scholz —los socialdemócratas de centroizquierda (SPD), los Verdes y los liberales Demócratas Libres (FDP)— vieron caer su apoyo. Ese resultado demostró un descontento generalizado con el gobierno federal en un momento de creciente inseguridad económica y social.
La economía alemana ha estado atrapada en un estancamiento prolongado, precipitado en parte por el aumento de los precios de la energía que siguió a la invasión rusa de Ucrania. Un fuerte aumento en el número de solicitantes de asilo que ingresan a Alemania este año y una creciente escasez de viviendas asequibles también han alimentado la insatisfacción de los votantes.
La AfD fue claramente capaz de capitalizar este descontento. Robert Lambrou, líder del grupo parlamentario de la AfD en Hesse, donde se proyectaba que el partido obtendría el 18,4 por ciento de los votos, calificó el desempeño del partido en el estado como “impresionante”. Mucha gente, agregó, “siente que se necesita un cambio en la política. Tenemos una alta inflación, altos precios de la energía, altos alquileres. Tenemos una inmigración masiva completamente descontrolada. Hay mucho por hacer aquí”.
En Baviera, se proyectaba que la AfD obtendría el 14,6 por ciento de los votos, justo detrás de Votantes Libres, un partido advenedizo de derecha que gobierna en coalición con la CSU en el estado. El resultado significa que, en ambas elecciones estatales, la AfD superó a todos los partidos de la coalición gobernante federal de Alemania, un escenario que habría sido difícil de imaginar hace algunos años.
La coalición gobernante de Alemania ya se había visto acosada por luchas internas, particularmente entre los Verdes y el FDP, partidos que en muchos sentidos son ideológicamente opuestos. El mal resultado para los partidos de la coalición bien puede empeorar la discordia, ya que cada partido busca reforzar su base de apoyo.
En Hesse, un antiguo bastión del SPD, los socialdemócratas sufrieron una vergonzosa derrota, ganando solo el 15,1 por ciento de los votos, según las proyecciones. La derrota es aún más dolorosa para el partido porque su candidata en el estado es la ministra federal del Interior de Scholz, Nancy Faeser, quien en un discurso calificó el resultado de “muy decepcionante”.
Con un resultado tan pobre, muchos especulan ahora sobre si Faeser podrá mantener su puesto como ministra del Interior. Es probable que el canciller Scholz se enfrente a la presión de realizar cambios radicales con el fin de revertir la suerte de su partido y su coalición.
El resultado de las elecciones fue particularmente desastroso para el FDP, un socio menor en la coalición de Scholz. El partido obtuvo solo el tres por ciento de los votos en Baviera y el cinco por ciento de los votos en Hesse, según las proyecciones. El partido corre el peligro de quedar fuera de ambos parlamentos estatales si no cumple con el requisito del cinco por ciento.
Para los líderes del gobierno de coalición federal de Alemania, el resultado de las elecciones ya ha hecho saltar las alarmas. La única pregunta es si hay suficiente unidad dentro de la coalición para cambiar el rumbo.
“Por supuesto, no somos sordos y ciegos”, dijo el secretario general del SPD, Kevin Kühnert, en la televisión pública alemana después de que se conocieran los resultados iniciales de las elecciones. “Todos los que formamos parte de esta coalición debemos reconocer las señales”.
