Abdul Jabbar. Countercurrents.org
Es deber de todos en el mundo, y especialmente de aquellos que viven en los Estados Unidos, tomar medidas para detener el genocidio en curso de los palestinos sitiados e indefensos en Gaza. Esta brutal matanza de palestinos comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Israel tomó represalias contra el horrible ataque de Hamas que mató a 1200 israelíes. El ataque terrorista de Hamas merece ser condenado, pero cien veces más condenable es la campaña israelí de genocidio de los palestinos. El ataque de Hamás fue un acto aislado. No pretendía ser un genocidio de los judíos israelíes, sino en represalia por el acto de guerra que Israel ha librado en la forma de su asedio de diecisiete años por tierra, aire y mar, que ha convertido a Gaza en la prisión al aire libre más grande del mundo (según muchos observadores de la ONU) y ha provocado un desempleo del 70%, retraso en el crecimiento de los niños debido a una nutrición inadecuada y muchos otros males relacionados.
En su guerra en curso contra Gaza, Israel ha sido culpable de muchos crímenes de guerra. Hay ciertas reglas de la guerra, como el principio de proporcionalidad para evitar el uso excesivo de la fuerza, evitar matar a civiles, no atacar hogares, hospitales, mezquitas, escuelas, ambulancias, suministro de agua y alimentos. Israel ha violado todas las reglas de la guerra que observan las naciones civilizadas. Israel ha matado a más de 20.000 palestinos; Al menos el 70% de ellos eran niños y mujeres. Unos 50.000 palestinos han resultado heridos. Fue debido a la protección de Estados Unidos a Israel que incluso antes del 7 de octubre de 2023, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, desafió abiertamente a la Asamblea General de la ONU al presentarle un mapa de Israel en el que Palestina no existía. En su política deshonesta y de dos caras, el gobierno de Estados Unidos ha expresado, en la superficie, su apoyo a una solución de dos estados. Sin embargo, nunca ha tomado ninguna medida para impedir que Israel continúe con la construcción de asentamientos en la tierra que se convertirá en Palestina.
La guerra de genocidio de Israel ya se está convirtiendo en una guerra mucho más grande, con ataques a bases estadounidenses en Irak y Siria, Hezbolá libanés disparando cohetes contra el norte de Israel y hutíes de Yemen atacando todos los barcos que van a Israel en el Mar Rojo. Todas las hostilidades terminarán si Israel pone fin a su genocidio de palestinos. En lugar de pedirle a Israel que detenga su crimen contra la humanidad, Estados Unidos se está preparando imprudentemente para atacar a todos aquellos que están atacando a Israel. Estas guerras afectarán a todos, no solo a los que viven en Estados Unidos.
Nosotros, los estadounidenses, tenemos la obligación especial de actuar porque es con el dinero de nuestros impuestos, dado libre e irresponsablemente a Israel por nuestro gobierno, que Israel está llevando a cabo su genocidio de palestinos a la vista del mundo. Este crimen de lesa humanidad podría haberse detenido el 8 de diciembre de 2023, con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato, pero Estados Unidos la vetó, dando así luz verde a Israel para continuar con su bárbaro genocidio de palestinos. Al igual que Israel, Estados Unidos también piensa erróneamente que con Palestina fuera de Oriente Medio, el saqueo de los recursos de la región será mucho más fácil.
A la complicidad de Estados Unidos en este crimen de lesa humanidad se suma su conducta en el contexto de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 22 de diciembre de 2023. Después de retrasar la votación del Consejo de Seguridad de la ONU por cinco días, tiempo durante el cual Israel mataba a palestinos por minuto, el gobierno de Estados Unidos acordó no vetar una resolución muy diluida del Consejo de Seguridad de la ONU, pero no ha hecho nada para ayudar a hacer cumplir la parte más crítica de la entrega de necesidades vitales a la gente de Gaza. Con Israel continuando su bombardeo con la ayuda y la complicidad de Estados Unidos, el personal de la ONU no puede entregar ayuda a las víctimas. En la resolución se pide que se creen las condiciones para una cesación sostenida de las hostilidades en Gaza. Esta redacción ineficaz le da a Israel la libertad de continuar con su genocidio del pueblo de Gaza. Después de la resolución, Israel intensificó su bombardeo de muchas ciudades de Gaza y no tiene intención de cumplir la resolución. Estados Unidos es el único país que puede obligar a Israel a cumplir con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. También puede vetar cualquier resolución que presione a Israel para que cumpla con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Por esa razón, Estados Unidos tiene la máxima responsabilidad por el genocidio de los palestinos porque Israel ha cometido todos sus actos atroces con pleno apoyo militar, económico y diplomático de Estados Unidos.
Los líderes de Israel no tienen ningún secreto que están llevando a cabo el genocidio de los palestinos. Un general israelí dijo: «No habrá electricidad ni agua; solo habrá destrucción». Un ministro israelí admitió que el gobierno ha eliminado todas las restricciones al ejército israelí en su objetivo de reducir Gaza a escombros. Están bombardeando casas, hospitales, escuelas, mezquitas, iglesias, toda la infraestructura e incluso aquellas áreas que Israel había declarado refugios seguros para que los habitantes de Gaza se mudaran. El presidente de Israel ha dicho que los israelíes no hacen ninguna distinción entre los militantes y los civiles.
Pasos que todo el mundo puede tomar
1.- Dondequiera que vivas en el mundo, pide al gobierno de tu país que expulse a los embajadores de los diez países que votaron el 12 de diciembre de 2023 en contra de la resolución de la Asamblea General de la ONU para un alto el fuego humanitario en Gaza. Esos países son Austria, Estados Unidos, Guatemala, Israel, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y República Checa. Su voto negativo significaba que no les importaba el genocidio en curso de los palestinos. Además, sus gobiernos deberían cortar todos los lazos y acuerdos con esos países.
2.- Los embajadores de Israel y Estados Unidos deben ser expulsados de inmediato. Las relaciones diplomáticas pueden restablecerse después de que los dos países infractores respeten el Estado de derecho y cumplan con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Asamblea General de la ONU que piden un alto el fuego inmediato en Gaza, acompañado del despliegue de personal de la ONU para supervisar la distribución de ayuda humanitaria a la población de Gaza.
3.- Si usted es ciudadano estadounidense, puede presionar a su gobierno para que haga lo correcto diciéndole al presidente Joe Biden y al Congreso de inmediato que no votará por Biden y el Partido Demócrata en las próximas elecciones a menos que provoquen un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza, seguido de una declaración inequívoca y una acción por parte de nuestro gobierno de que se creará urgentemente un estado palestino viable.
4.- Si usted es un estadounidense que paga impuestos, dígale al Presidente y a sus representantes en el Congreso que, dado que Israel está llevando a cabo este genocidio de palestinos con dinero estadounidense, no va a ensangrentarse las manos en este genocidio y pospondrá el pago de impuestos federales hasta después del apoyo inequívoco del gobierno de EE.UU. a un alto el fuego en Gaza y una declaración clara que respalde la creación inmediata de un estado palestino viable.
Dado que nuestros impuestos se retienen de nuestros cheques de pago, puede cambiar legalmente la retención presentando el formulario requerido por el IRS para que no se retengan impuestos de su cheque de pago. Si eres una empresa, puedes diseñar una estrategia similar. No hay nada ilegal en este paso. La fecha límite para pagar impuestos es el 15 de abril de 2024. Las hostilidades deberían terminar mucho antes de esa fecha y debería existir un plan claro y viable para un Estado palestino viable. Todos podemos pagar nuestros impuestos antes de la fecha límite. Es una estrategia práctica y efectiva para presionar a nuestro gobierno para que cambie sus políticas destructivas y proteja las vidas estadounidenses en el país y en el extranjero.
