Ante la convocatoria generalizada del 25 de noviembre como jornada de lucha y señalamiento contra la violencia sexual, de género o patriarcal, y paralelamente a las innumerables proclamas realizadas desde las instituciones y algunas entidades sociales y políticas, conviene resaltar los hechos que siguen mostrando la gran distancia entre lo deseado y prometido tantas veces y lo que realmente se lleva a cabo desde las administraciones públicas, poco o nada progresistas. Seguidamente se incluye un sintético resumen, a modo de ejemplo, de una de las iniciativas fundamentales para la lucha contra la violencia sexual y que, como ocurre con tantas otras, adquirió rango de ley pero sigue incumplida. (¿Acaso no es violencia -institucional- incumplir la ley de derechos sexuales?)
Noemí López Trujillo. Newtral.es
España debería tener 52 centros de crisis 24h pero solo hay cuatro
Cada provincia debería tener un centro de crisis 24h para atender a víctimas de violencia sexual. Así lo establece la ley de libertad sexual, o ley del ‘solo sí es sí’, que daba seis meses para ejecutar esta medida desde la entrada en vigor de la norma (marzo de 2023). Para entonces, los únicos centros de crisis en España eran dos: el de Madrid y el de Asturias. Centros que existían desde antes de la ley de libertad sexual. Ese escenario obligó a prorrogar el plazo hasta el 31 de diciembre de este año. Pero a poco más de un mes de llegar a esa fecha, solo hay cuatro centros de crisis, tal y como denuncia Amnistía Internacional en un comunicado que ha hecho público de cara al 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Esto ha provocado que el plazo para poner en marcha los centros de crisis en España se vuelva a prorrogar: hasta el 31 de diciembre de 2024. Así lo acordó la Conferencia Sectorial de Igualdad, formada por el Ministerio de Igualdad y las comunidades autónomas, el pasado 6 de noviembre.
Tal y como expone Amnistía Internacional, y como ha podido corroborar Newtral.es, solo hay cuatro centros de crisis 24h en España: dos de ellos están en Madrid capital —uno dependiente del Ayuntamiento y el otro, de la Comunidad—, el tercero está en Asturias —situado en Oviedo—, y el cuarto en Cantabria —en Santander—. Por tanto, faltan, al menos, otros 49 —uno por provincia—.
Qué dice la ley de libertad sexual y qué es un centro de crisis para víctimas de violencia sexual
La ley de libertad sexual o ley del ‘solo sí es sí’ establece la obligación de desarrollar centros de crisis 24h en España, algo que recae en manos de las comunidades autónomas en el uso de sus competencias, debiendo abrir al menos uno en cada provincia. La norma los define así en su artículo 35: “Servicios que brindan atención psicológica, jurídica y social. Bajo criterios de atención permanente y actuación urgente, proveerán apoyo y asistencia en situaciones de crisis para víctimas, familiares y personas del entorno. Estos centros incluyen el acompañamiento y la información telefónica y presencial las 24 horas del día todos los días del año”.
Virginia Álvarez, portavoz de Amnistía Internacional en España, señala a Newtral.es que es “una traslación a nuestro sistema de lo que establece el Consejo de Europa”. Y es que el Convenio de Estambul, que es vinculante, establece en su artículo 25 lo siguiente: “Las Partes tomarán las medidas legislativas u otras necesarias para permitir la creación de centros de ayuda de emergencia para las víctimas de violaciones o de violencias sexuales, apropiados, fácilmente accesibles y en número suficiente, para realizarles un reconocimiento médico y médico forense, un apoyo vinculado al traumatismo y consejos”.
El modelo de centro de crisis 24h para víctimas de violencia sexual nace en Estados Unidos en la década de los 70. Tal y como explicábamos en Newtral.es, el de Santa Barbara (California) fue uno de los primeros en surgir y es el en el que se basó el Ayuntamiento de Madrid para diseñar su centro de crisis, que abrió en 2019.
La coordinadora del centro de crisis de Santa Barbara, Elsa Granados, explicaba a este medio que “es necesario que atienda las 24 horas todos los días porque si una superviviente tiene que esperar varias horas a que abra la oficina, quizá para entonces cambie de opinión”. “Hay que atenderlas cuando dan el paso. O a veces necesitan llamar cuando su pareja no las oiga o sus seres queridos no estén en casa”, añadía.
En este sentido, Virginia Álvarez señala que “hay comunidades que ofrecen asistencia coordinada y permanente para víctimas de violencia de género, incluidas las víctimas de violencia sexual, pero este servicio dista mucho de la atención integral y especializada a las mujeres que recomienda el Consejo de Europa”.
“En España, las violencias machistas se han enfocado mucho a combatir de forma específica la violencia de género entendida como aquella que se da en el ámbito de la pareja o expareja. Pero la violencia sexual está atravesada por cuestiones muy específicas que necesitan un abordaje concreto. La experiencia es que cuando los centros de emergencia atienden todo tipo de violencias, algunos abordajes se acaban diluyendo”, añade Virginia Álvarez.
En el caso de Cantabria, que inauguraba en abril su centro de crisis, este servicio no solo atenderá a víctimas de violencia sexual, sino a mujeres que son víctimas de todo tipo de violencias basadas en el género. Pero, como apuntan desde Amnistía Internacional, “se ha hecho con un enfoque que prioriza las violencias sexuales”. “No es lo mismo tener ya un servicio en el que incluyes a una trabajadora más para que atiendan cuestiones de violencia sexual, que es lo que no alcanzaría lo estándares de calidad, que crear un servicio pensando en el modelo de centro de crisis 24h pero, además, ampliarlo a más violencias”.
En esta línea se pronuncia también Nerea Barjola, especialista en el tratamiento y el abordaje de las violencias sexuales, que además está formando al personal que estará en contacto con los centros de crisis 24h de Euskadi: “Está comprobado que si incluyes las violencias sexuales dentro de un departamento o servicio que lleva años trabajando con, por ejemplo, violencia de género en pareja o expareja, lo primero que deja de ser atendido es la violencia sexual. Por eso, los centros deben ser exclusivos y, sobre todo, profesionalizados”. Barjola critica que varias comunidades autónomas “están cogiendo el dinero destinado a crear los centros de crisis y, en lugar de montar uno, están reforzando servicios ya existentes”, algo que “va en contra del espíritu de este modelo”.
En este sentido, la portavoz de Amnistía Internacional recuerda que el informe Ya es hora de que me creas “mostraba que las víctimas no tienen claro el periplo, a veces se las obliga a pasar por diversas instalaciones, como Policía u hospitales, antes siquiera de darle acompañamiento psicológico o asistencia legal”. “La denuncia no siempre es la prioridad de la víctima, y para saber qué necesita cada víctima y que haya unos estándares mínimos en toda España es necesario que se cumpla con la obligación de crear estos centros específicos”, indica Álvarez.
Cuatro en funcionamiento y otros en marcha
En total hay cuatro centros de crisis en España que están en funcionamiento y que son específicos para atender a víctimas de violencia sexual. Otras comunidades autónomas han anunciado que próximamente abrirán uno de estos centros.
Por ejemplo, Cataluña planea hacerlo a lo largo del tercer trimestre de 2023, aunque sería una ampliación de un servicio ya existente, el Servei d’intervenció en crisis, que atiende otras formas de violencias machistas. Navarra anunció a principios de año que “el futuro Centro de atención integral 24 horas a mujeres víctimas y supervivientes de violencia sexual abrirá sus puertas en noviembre [de 2023]”. Pero todavía no está oficialmente en marcha.
La Xunta de Galicia también habría iniciado los trámites para crear “espacios destinados a los centros 24 horas de atención integral a las víctimas de violencia sexual”. Según el comunicado, serán siete centros de crisis 24h “que comenzarán por las áreas sanitarias de Ferrol, Lugo, Santiago de Compostela y Vigo”. De momento, no hay ninguno en marcha.
Aragón es otra de las comunidades que asegura estar trabajando en la creación de uno de estos centros. “Los tres espacios, de atención permanente y actuación urgente, estarán listos en los próximos meses”, aseguraban el pasado marzo, pero tampoco se ha inaugurado ninguno de momento.
Recientemente, el Gobierno de Canarias agradecía al Ministerio de Igualdad que aplazase la ejecución de los centros de crisis. Según este comunicado de hace unas semanas, planea “abrir en total cinco centros ubicados en Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote y La Palma”. “Están bastante avanzados, pero sí que precisamos de más tiempo para su completa ejecución al igual que el resto de comunidades”, añadían.
Euskadi, por su parte, comunicaba en octubre que está formando a los profesionales que formarán parte de los centros de crisis 24h, aunque todavía no hay ninguno en funcionamiento.
“Aunque parezca que esta prórroga es una buena noticia, es lamentable que las mujeres que sufren violencia sexual tengan que seguir esperando para recibir una atención adecuada tras sufrir una agresión sexual. Las comunidades autónomas no están mostrando ni interés suficiente ni diligencia a la hora de cumplir con su obligación de protegerlas y atenderlas”, concluye Virginia Álvarez.