Johannes Stern. Wsws.org
‘Ya no conozco partidos, sólo conozco alemanes’, declaró el káiser Guillermo en su infame discurso ante el Reichstag el 4 de agosto de 1914, cuando Alemania inició la Primera Guerra Mundial y los socialdemócratas (SPD) aceptaron los créditos de guerra. El llamamiento del canciller Olaf Scholz (SPD) a un ‘Pacto por Alemania’ se inscribe en esta oscura tradición. Para imponer sus políticas de austeridad y guerra contra la creciente oposición, la clase dominante está cerrando filas.
‘Necesitamos un esfuerzo nacional. Unamos nuestras fuerzas’. explicó canciller alemán Olaf Scholz en su discurso sobre el presupuesto 2024 del miércoles 6 de septiembre en el Bundestag (Parlamento federal). ‘Por eso quiero proponer un pacto, digamos: un pacto de Alemania, un pacto de Alemania que haga a nuestro país más rápido, más moderno y más seguro. Velocidad en vez de estancamiento, acción en vez de inactividad, cooperación en vez de peleas‘. Este es ‘el orden del día’.
Su propuesta no sólo se dirige ‘explícitamente’ a la Unión Cristianodemócrata/Unión Socialcristiana (CDU/CSU) como mayor fracción de la oposición en el Bundestag, sino a todos los partidos y organizaciones: ‘el Gobierno federal, los estados federados, las ciudades y municipios, las empresas y autoridades, las asociaciones y sindicatos’. Sólo juntos podremos ‘sacudirnos el moho de la burocracia, la aversión al riesgo y el desaliento que se ha extendido por nuestro país durante años y décadas’, dijo Scholz.
Está claro lo que quiere decir el canciller. El presupuesto, que se debate actualmente en el Bundestag, es una declaración de guerra a la población trabajadora. Contiene recortes masivos y pretende lanzar la mayor ofensiva de rearme desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Según los planes del gobierno de coalición SPD/Verdes/Libertarios Demócratas (FDP, Partido Democrático Libre), €85.500 millones irán a parar al ejército el año que viene. Esto representa un aumento de un tercio en comparación con la cifra estimada para 2023 de €65.000 millones.
El nuevo proyecto de presupuesto para 2024 muestra sólo un aumento de €1.700 millones, hasta €51.800 millones (más del 1,68%), en el gasto militar. Pero además, se gastarán €19.170 millones del ‘Fondo Especial para el Ejército Alemán’ (Bundeswehr), dotado con €100.000 millones, que el Gobierno decidió el año pasado con el apoyo de los partidos de la oposición. Y muchos otros gastos militares están ocultos en otras partidas presupuestarias. Sólo para el régimen de Kiev, el gobierno ha calculado una ayuda militar anual de €5.000 millones.
Scholz dejó claro en su discurso que la orgía de rearme se intensificará en los próximos años y décadas. ‘Ahora estamos gastando los €100.000 millones para que la Bundeswehr disponga de la cuota de la OTAN del 2 por ciento (del PIB) a partir del año que viene’. Continuó diciendo que ‘ya hoy’ está ‘claro que tendremos que financiar 25.000 millones de euros adicionales, quizás casi €30.000 millones para el Bundeswehr directamente del presupuesto federal para 2028 a más tardar’.
Presupuestos de guerra
Scholz justificó la militarización permanente del presupuesto con propaganda bien conocida. La ‘guerra de agresión rusa’ representa un ‘punto de inflexión’ y una ‘amenaza’ para la ‘arquitectura de seguridad en Europa’ y ocupará a Alemania ‘no solo en este, sino en muchos, muchos periodos legislativos’ venideros. De hecho, las principales potencias de la OTAN provocaron la invasión reaccionaria de Ucrania por parte de Putin y ahora están intensificando la guerra cada vez más. El imperialismo alemán, que invadió Ucrania dos veces en el siglo XX e intentó subyugar a Rusia, persigue una vez más el objetivo de convertirse en la potencia militar europea dominante.
Para financiar la ofensiva bélica alemana, la clase dominante está organizando recortes del gasto social sin precedentes históricos. ‘La gravedad de la situación’ no se sirve ‘de la retórica y el populismo’, advirtió Scholz, sino que ‘con todo lo que estamos haciendo ahora, estamos contribuyendo a garantizar que podremos elevar este presupuesto el año que viene’.
El actual proyecto de presupuesto contiene ya los recortes más profundos de la historia de la posguerra. Sólo el presupuesto sanitario sufre un recorte del 33,7%, de €24.480 millones a 16.220 millones, después de que el año anterior ya se hubiera recortado en casi €40.000 millones. También habrá mucho menos dinero para educación y numerosas prestaciones sociales. Por ejemplo, los gastos para el centro de convalecencia de maternidad y las casas de vacaciones familiares se reducen un 93% cada uno, para la educación de los jóvenes y los lugares de encuentro juvenil un 77%, para la asistencia social gratuita a los jóvenes un 19%, para las ayudas a los estudiantes un 24% y para las ayudas a la vivienda un 16%.
Y esto es sólo el principio. La clase política y los medios de comunicación ya han puesto en marcha una campaña para ahorrar aún más. Una columna de Der Spiegel titulada ‘Ha comenzado el retroceso del Estado del bienestar’ elogia al Gobierno alemán por haber ‘recortado drásticamente’ los deseos originales de la ministra federal de Familia, Lisa Paus, ‘de destinar nuevos miles de millones a los niños necesitados’.
Ahora, ‘ya se exige que los beneficiarios sanos de la prestación ciudadana se conviertan en voluntarios, y es probable que el próximo objetivo sea la ‘pensión a los 63 años”. Para la clase dominante, el presupuesto actual de €172.000 millones para el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales es sencillamente inaceptable y tendrá que ser víctima de la pluma roja en el futuro, con consecuencias devastadoras para millones de trabajadores y sus familias.
Implicaciones para los trabajadores y la juventud
El empobrecimiento deliberado de la población en nombre del rearme y la guerra va de la mano de ataques masivos contra los derechos democráticos y la agitación contra los refugiados al estilo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). En su discurso, Scholz elogió la decisión del gobierno de ‘clasificar a Georgia y Moldavia como países de origen seguros’ como un ‘progreso importante en la lucha contra la migración irregular.’
‘Estoy muy agradecido a la ministra federal de Interior, Nancy Faeser (SPD), por haber hecho también propuestas de mejora muy concretas a los Estados federales en materia de repatriación, en relación con la ampliación de la detención por deportación y en muchos otros ámbitos. Esto también debe formar parte del Pacto por Alemania’, declaró.
Los trabajadores y los jóvenes deben comprender que el ‘Pacto de Alemania’ es una amenaza de guerra. Detrás de las frases oficiales de ‘seguridad’, ‘digitalización’ y ‘reducción de la burocracia’, se trata de rearme, guerra, recortes del gasto social y el establecimiento de una dictadura de facto contra la población. Todos los partidos y organizaciones de la clase dominante ya están colaborando estrechamente. En ocho estados federales, el SPD, Los Verdes y el FDP, que forman la llamada coalición ‘semáforo’ a nivel federal, gobiernan con la CDU y en tres con el partido La Izquierda. A nivel municipal, todos los partidos de gobierno llevan tiempo pactando abiertamente con la ultraderechista AfD, que también está integrada en el trabajo político a nivel estatal y federal a través de las comisiones parlamentarias.
Los sindicatos forman parte de esta conspiración de todos los partidos. Verdi, IG Metall y toda la DGB (Federación Alemana de Sindicatos) ya concluyeron el año pasado un pacto con el gobierno, la llamada ‘Acción Concertada’. Apoyan la política de guerra y desempeñan un papel clave en la ejecución de los ataques. En el servicio público, el servicio postal y, más recientemente, los ferrocarriles, en estrecha colaboración con el gobierno y las empresas, impusieron reducciones masivas de los salarios reales y un mayor deterioro de las condiciones de trabajo.
La resistencia crece
Lo demuestra la oposición masiva en todos los centros de trabajo, que se refleja cada vez más en la creación de comités de base independientes. El gobierno de coalición es despreciado justo a mitad de legislatura. Según la actual encuesta de tendencias de ARD Alemania, sólo el 19% de la población está satisfecha con la labor del Gobierno. Por encima de todo, el Pacto por Alemania de Scholz pretende ocultar el temor a una tormenta social que se está gestando bajo la superficie. En sus discursos en el Bundestag, el Canciller y muchos otros oradores invocaron repetidamente la ‘cohesión social’.
Para prepararse para la próxima confrontación de clases y repeler la ofensiva reaccionaria de la clase dominante, los trabajadores necesitan sus propias organizaciones y una perspectiva política clara. El Partido Socialista por la Igualdad (PSI; SGP en alemán) apoya la creación de comités de base para organizar la lucha contra los recortes del gasto social y las políticas de rearme y guerra independientemente de todos los partidos capitalistas y los sindicatos, y unirse internacionalmente.
‘La única fuerza social que puede impedir otra guerra mundial es la clase obrera internacional, es decir, la inmensa mayoría de la población mundial, que hoy es más numerosa y está más conectada que nunca’, explica el SGP en su programa electoral para las elecciones europeas. Y subrayaba: ‘Junto con sus partidos hermanos de la Cuarta Internacional, el SGP está construyendo un movimiento socialista mundial contra la guerra y su causa, el capitalismo.
- ¡Detengan la guerra de la OTAN en Ucrania! ¡No a las sanciones y a la entrega de armas!
- ¡Dos guerras mundiales son suficientes! ¡Alto a los belicistas!
- 100.000 millones para guarderías, escuelas y hospitales en vez de armamento y guerra!’
(Publicado originalmente en inglés el 8 de septiembre de 2023)