El imperialismo de los antimperialistas

Dibujo de líderes marxistas y semblanza de la Internacional

Redacción. Pcielcomunista.org

Oponerse al imperialismo estadounidense y al pacto atlántico de la OTAN no te convierte, «mágicamente», en anticapitalista, ni siquiera en anti-imperialista, mientras sigas defendiendo a países enfrentados a los primeros y que mantienen economías capitalistas de mercado o de estado, como ocurre en Rusia y China. Se trata de un debate primordial dentro del movimiento comunista porque determina, incluso en lo concreto, las luchas y desarrollos por la emancipación de la clase trabajadora, dentro de cada país e internacional.

La cumbre de los BRICS

Con la participación de 60 jefes de estado, la cumbre celebrada en Sudáfrica este verano ha decidido la expansión de los BRICS. Con esta expansión se incorporan al grupo grandes países productores de petróleo (Arabia Saudí, EAU, Irán), de alimentos (Argentina) y con recursos geoestratégicos como el agua, la posibilidad de electrificación de toda un área o el control del canal de Suez (Etiopía, Egipto).

Las bases materiales de la conformación de este grupo son el DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS en Asia, África y Suramérica que los imperialismos occidentales en general (y estadounidense en particular) no han podido parar. Antes de la expansión, el PIB conjunto por paridad de poder adquisitivo ya superaba el de los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y “con la ampliación los BRICS pasarán de controlar el 32% del PIB mundial en términos de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) hasta el 37 %” (Expansión, 25-08-2023).

En el gráfico siguiente se puede observar la tendencia general, infinitamente más importante que el dato estático comparativo puntual.

La guerra en los medios de pago

Pese al anuncio de la intención de lanzar una moneda común, el foco de los integrantes de los BRICS es reducir el uso del dólar y realizar pagos en sus divisas en sus relaciones comerciales. El presidente ruso, que participó telemáticamente para no tener que ser arrestado por su propio socio sudafricano, declaraba: “(…) el porcentaje del dólar en las operaciones de exportación e importación en el marco de BRICS disminuyó. El pasado año ascendió sólo al 28,7%.” (Expansión, 23-08-23).

“El Gobierno argentino pagará este viernes al Fondo Monetario Internacional (FMI) US$ 2.700 millones (…) se utilizarán 1.700 millones de DEG [Derechos Especiales de Giro, la moneda que utiliza el FMI] y, el resto, se pagará en yuanes de libre disponibilidad del swap de monedas con el Banco Popular de China. El FMI recibiría los yuanes, que podría intercambiarlos por DEG al Banco de China, o bien a otro país miembro que necesitara yuanes para realizar transacciones.” (América Economía, 20-06-2023).

“El Banco Africano de Exportación e Importación espera que entre 15 y 20 países se hayan adherido al Sistema Panafricano de Pagos y Liquidación para finales de año. (…) El sistema, conocido como PAPSS, utiliza por ahora el tipo de cambio del dólar, (…) «Pero estamos trabajando con los bancos centrales para desarrollar un mecanismo de tipos de cambio que permita a las 42 divisas africanas ser convertibles entre sí. (…) La inmensa mayoría del comercio intrarregional africano se realiza mediante conversiones al dólar. Iniciativas como el PAPSS y el Acuerdo Continental Africano de Libre Comercio, que crearía la mayor zona de libre comercio del mundo por superficie, pretenden impulsar el comercio interior reduciendo las barreras, incluida la necesidad de intermediarios como el dólar estadounidense.” (Bloomberg, 18-06-2023).

La predominancia del dólar en el comercio proporciona a Estados Unidos importantes ventajas económicas y políticas. Entre otras cosas significa que una enorme proporción de los flujos financieros transfronterizos deben pasar por bancos autorizados en EEUU que están sujetos a la normativa, el régimen de sanciones y el sistema fiscal de ese país.

“La liquidación suele producirse durante el horario laboral de EEUU y puede retrasarse por un día festivo en cualquiera de los países implicados, lo que da pie a una plataforma como mBridge (…) desarrollado por China, Tailandia, Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos, probablemente tendrá listo un producto básico para finales de año (…). Se trata de un esfuerzo conjunto con el Banco de Pagos Internacionales de Basilea (Suiza) (…) Con este sistema, una empresa china podría pagar a un proveedor de los EAU haciendo que su banco emita un token digital de e-yuanes a través del Banco Popular de China en la blockchain de mBridge, o libro mayor. Allí, este token podría acreditarse en cuestión de segundos en el banco del vendedor en los EAU, que a su vez lo acreditaría en el banco del vendedor en los EAU, que a su vez abonaría el dirham, la moneda local, en la cuenta del vendedor.” (Bloomberg, 09-08-2023).

Es conveniente comparar la noticia anterior con esta otra:

“Ocho años de trabajo y preparativos le ha llevado a la Reserva Federal de Estados Unidos tener a punto FedNow, un nuevo sistema tecnológico que desde ayer permite a las entidades financieras de todo el país garantizar pagos instantáneos. De momento, solo 57 bancos, entre los que se encuentra una selección de entidades de diferentes tamaños, utilizarán el sistema (…) para hacer una transferencia entre bancos se necesitan aproximadamente dos días (a veces tres), aunque el tiempo se duplica si se trata de un banco y una Fintech (…) En la UE, rara vez supera las 24 horas cuando las transferencias se gestionan de forman ordinaria.” (Expansión, 21-07-23).

Mientras unos intentan pasar de tres días a 24 horas en las transacciones intranacionales, los otros experimentan con pasar a segundos en las transacciones internacionales…

Y lo hacen con la tecnología base de las monedas digitales que cada vez estará más a la orden del día: “según (…) el Banco de Pagos Internacionales (BIS), el llamado banco central de los bancos centrales, en 2030 habrá hasta 24 monedas virtuales en circulación.” (Expansión, 07-08-2023).

Por un lado, es importante no confundir estas monedas con las denominadas “criptodivisas” que están viviendo una nueva borrachera alcista después de su último gran batacazo. Por otro lado, la cuestión que se va a tener que dirimir es qué divisas, a través de qué plataformas van a imponerse sobre las demás.

La Nueva Ruta de la Seda del imperialismo chino

Desde su lanzamiento hace diez años, el imperialismo chino se ha ido expandiendo por el mundo sobre la base de las inversiones y acuerdos relacionados con la Nueva Ruta de la Seda: “Hasta mediados del pasado mes de febrero, China había firmado acuerdos de colaboración con 151 países y 32 organizaciones internacionales en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. (…) Durante los cinco primeros meses de este año, el comercio entre la nación y el resto de los socios internacionales que participan en la iniciativa facturó 5,78 billones de yuanes (747.000 millones de euros), un aumento del 13,2% respecto al ejercicio anterior. Entre enero y abril, su inversión extranjera directa no financiera en estos países se situó en 7.530 millones de dólares (6.970 millones de euros), un 9% más que en el mismo período de 2022.” (El País, 22-06-2023).

De hecho, la participación dentro de las exportaciones totales chinas de los Estados que integran la Nueva Ruta de la Seda no para de crecer, en general, y con los pertenecientes a la ASEAN en particular:

“Los envíos de China a los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático se han disparado hasta casi 600.000 millones de dólares al mes (…) El cambio se ha visto favorecido por la Asociación Económica Integral Regional liderada por Pekín, que entró en vigor el año pasado para convertirse en el mayor bloque de libre comercio del mundo, afirmó Frederic Neumann, Economista Jefe para Asia de HSBC. También es un testimonio de la remodelación de las cadenas de suministro mundiales: las piezas procedentes de China se trasladan cada vez más al Sudeste Asiático para su ensamblaje final antes de ser exportadas al resto del mundo, afirmó. (…) «En resumen, uno de los corredores comerciales clave de Asia y, de hecho, del mundo, es ahora el que une Asean y China continental».” (Bloomberg, 05-09-2023).

Como hemos visto en anteriores números de la revista, el imperialismo chino ha prestado especial atención a África: “(…) China ha terminado de construir o está en proceso de mejorar 30.000 kilómetros de carreteras y 2.000 de vías férreas en el continente africano, así como infraestructuras que garantizarán 85 millones de toneladas de capacidad portuaria anual y otras 9 millones de agua potable al día.” (El País, 25-08-2022).

El papel (o papeles) de Arabia Saudí

Bajo el auspicio chino restablecieron las relaciones muy recientemente dos de los recién admitidos en los BRICS: Arabia Saudí e Irán.

Pocos días después de la visita del Secretario de Estado de EEUU a Arabia Saudí, “la capital saudí ha acogido el mayor encuentro empresarial chino-árabe de la historia (…) los funcionarios saudíes hablaron de integrar a China en la región árabe y los ejecutivos chinos dijeron que estaban dispuestos a «desamericanizar» al principal exportador de petróleo del mundo.” (Bloomberg, 13-06-2023).

Pero esto no significa que todo se desarrolle al gusto del imperialismo chino, ni que el resto de miembros del BRICS no intenten jugar su propia partida: “La India y Arabia Saudí reafirmaron ayer su compromiso con el corredor económico India-Medio Oriente-Europa anunciado el pasado fin de semana durante la cumbre del G20, un ambicioso proyecto que pretende ser una alternativa a la Ruta de la Seda china. (…) un proyecto que implica a Estados Unidos, India, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Alemania, Francia, Italia y la Unión Europea (UE). (…) La idea del megaproyecto es establecer ferrocarriles y rutas marítimas que conecten a India con Europa a través de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania e Israel, reconfigurando el comercio entre estos países y reduciendo significativamente el tiempo necesario para transportar mercancías.” (Expansión, 12-09-2023).

El plan también contempla “un corredor transafricano con un ferrocarril entre el puerto de Lobito en Angola, la República Democrática de Congo y Zambia.” (El País, 10-09-2023).

El empuje del imperialismo indio

Así, no debe concluirse que los BRICS son un “bloque” propiamente dicho, dado que ni son completamente homogéneos ni carentes de contradicciones entre ellos:

“Se ha pedido al último periodista indio en China que abandone el país. Nueva Delhi y Pekín se expulsan mutuamente a sus respectivos reporteros, en una serie de represalias recíprocas que agrava las desavenencias entre las dos potencias económicas asiáticas.” (Bloomberg, 12-06-2023).

La India, que en abril de 2023 superó a China en población y es una gran importadora de armamento ruso, ha sido intensamente cortejada tanto por EEUU como por la UE, con discursos al Congreso y al Senado de EEUU, cenas con los presidentes de turno y desfile militar para el día de la toma de la Bastilla en Francia.

Desde un punto de vista económico especulativo: “Las acciones en India han atraído casi 10.000 millones de dólares en entradas netas extranjeras desde marzo, lo que supone la mayor cifra en un trimestre desde finales de 2020. Los bonos denominados en rupias están en camino de registrar la mayor racha de compras mensuales por parte de fondos extranjeros en casi cuatro años, mientras que la moneda local ofrece la segunda mejor rentabilidad de Asia este año.” (Bloomberg, 21-06-2023) y desde un punto de vista de las inversiones productivas: “Amazon.com Inc. y Google, de Alphabet Inc., se comprometen a aumentar sus inversiones en la India para impulsar el crecimiento en un mercado clave. La iniciativa se produce tras una reunión celebrada por el Presidente de EE.UU., Joe Biden, y el Primer Ministro indio, Narendra Modi con altos ejecutivos tecnológicos, incluidos los de Amazon y Google, en la Casa Blanca el viernes.” (Bloomberg, 24-06-2023).

Hay que aprovechar estas ocasiones en las que el cortejo de empresarios acompaña a su representante-títere para recordar la definición precisa contenida en el Manifiesto del Partido Comunista: “El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa.” (Manifiesto del Partido Comunista, 1848).

La reducción de la dependencia de EEUU con China por el camino de incrementarla con la India no es un camino viable hacia la restitución de un predominio estadounidense en la economía mundial. Dejando a un lado los distintos órdenes de magnitud de las infraestructuras y volumen de inversión, tampoco cambiaría gran cosa en este sentido que las mercancías asiáticas inunden los mercados europeos pasando por la India y Oriente Medio en lugar de por Rusia y Bielorrusia. Sin embargo, sí que podría tener un gran impacto una guerra entre China e India que redujera a cenizas los dos principales epicentros del volcán de la producción y permitiera a los imperialismos que actualmente están siendo puestos contra las cuerdas intervenir desde fuera y relanzar otro nuevo ciclo macabro de reconstrucción, aunque el resultado último fuera igualmente llegar… al punto de partida. Por lo tanto, EEUU va a intentar encizañar tanto como pueda la relación de los imperialismos chino e indio entre ellos. En cualquier caso, no van a ser los deseos de EEUU sino el desarrollo de la economía lo que va a determinar que se desencadene o no el choque.

India también está extendiendo su influencia en África:

“África se ha convertido en el segundo mayor receptor de crédito de la India, que intenta alcanzar a China en la expansión de su influencia en este continente rico en recursos.

Cuarenta y dos naciones africanas recibieron unos 12.000 millones de dólares, es decir, el 38% de todo el crédito concedido por India en la última década, apenas unos puntos porcentuales por debajo de sus vecinos, (…) Si bien los préstamos de China a África han disminuido desde 2016, en general en los 10 años hasta 2020, prometió 134.600 millones de dólares a las naciones africanas, según datos del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston. Eso es casi 11 veces más de lo que ha ofrecido India. (…) En los últimos nueve años, 18 de las 25 nuevas embajadas o consulados indios estaban en África.” (Bloomberg, 04-07-2023).

Los imperialismos, más viejos y más jóvenes

En esta lucha entre potencias capitalistas para desalojarse recíprocamente de sus posiciones, la situación, los intereses y las necesidades materiales de cada grupo imperialista determinará la retórica apropiada como reflejo en su voluntad y conciencia de su ser social.

Las dos guerras mundiales supusieron el desguace paulatino pero inexorable de los imperialismos inglés y francés, permitiendo a EEUU obtener una posición dominante general nunca igualada en potencia por la Rusia estalinista. Esto no le permitió (ni podía permitirle) sin embargo detener el prorrumpir del capitalismo en las áreas asiática y africana o impedir el DESARROLLO E INTERCONEXIÓN de las fuerzas productivas en esas áreas, así como en el patio trasero de EEUU: Latinoamérica.

Las burguesías que luchaban en aquellas áreas (burguesías que eran revolucionarias en Asia y África, pero no en Latinoamérica donde la forma de producción capitalista era ya hegemónica pese a la poca densidad de población) contra las metrópolis capitalistas y sus apoyos locales, se denominaron anti-imperialistas y reflejaron ideológicamente su lucha por una parte del pastel de la EXPLOTACIÓN DEL PROLETARIADO LOCAL Y MUNDIAL como una lucha contra el “imperio”.

En el momento actual, en el que los capitalismos más jóvenes atropellan a los más viejos, tanto unos como otros echarán mano de este tipo de retórica para tratar de atar ideológicamente al proletariado a la defensa de su burguesía. Este es el sentido de las declaraciones de presidente de Brasil (Lula): “No podemos aceptar un nuevo colonialismo”, referido al predominio del dólar. Estas son las declaraciones de la primera potencia económica de América del Sur, en la cumbre de un bloque económico que controla el 37% del PIB mundial, que ha superado ampliamente el PIB del G-7 (mezcla de vencedores y vencidos de la segunda guerra mundial). ¡Tendremos que ver a los imperialismos clásicos también lamentarse de ser reducidos a la situación de una colonia!

La clase obrera debe recordar siempre que la primera guerra mundial se justificó con la teoría de la liberación de las naciones oprimidas (cada potencia pretendía estar liberando las oprimidas por el resto, mientras mantenía a las suyas bajo su bota) y que incluso en la industrializada Alemania pudo propagarse la asimilación a una colonia por efecto del Tratado de Versalles. Esta fue la base teórica del socialismo nacional alemán y de los bandazos del “bolchevismo nacional” que logró instalarse incluso en 1923 en la 3ª Internacional mientras ésta resbalaba sin poder detenerse por la pendiente de la degeneración.

El texto “El comunismo y la cuestión nacional” (1924) además de resumir con precisión la necesidad del movimiento comunista de tener principios o, mejor, postulados programáticos estables adquiridos y de su “codificación” en claras reglas tácticas de acción, denunciaba el eclecticismo táctico que cortaba toda relación con los principios que habían originado determinadas tácticas (correctas en una situación de revolución anti-feudal, traicioneras en una situación de capitalismo ya imperante):

«He aquí cómo el olvidar el origen de principio de las soluciones políticas comunistas puede llevar a aplicarlas allí donde faltan las condiciones que las han sugerido, bajo el pretexto que cualquier complicado expediente se pueda utilizar siempre útilmente. No puede no considerarse como un fenómeno que tiene cierta analogía con las empresas del social-nacionalismo, el hecho de que el compañero Radek, para sostener en una reunión internacional la táctica fomentada por él, “descubra” que el gesto del nacionalista sacrificándose en la lucha contra los franceses del Ruhr tiene que ser exaltado por los comunistas en nombre del principio (nuevo para nosotros, e inaudito), que por encima de los partidos se deba sostener a cualquiera que se sacrifique por su idea.» (El comunismo y la cuestión nacional, 1924).

EL IMPERIALISMO ES UNA FASE HISTÓRICA DEL CAPITALISMO, no una característica peculiar de determinadas burguesías nacionales: “conviene dar una definición del imperialismo que incluya los siguientes cinco rasgos básicos: 1) la concentración de la producción y del capital ha alcanzado un punto tan elevado de desarrollo, que ha creado los monopolios, decisivos en la vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la formación, sobre la base de este “capital financiero”, de la oligarquía financiera; 3) la exportación de capital, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia excepcional; 4) la formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales, que se reparten el mundo; y 5) la culminación del reparto territorial del mundo entre las grandes potencias capitalistas.” (El imperialismo: fase superior del capitalismo, Lenin, 1917).

En el corazón de todos los “antiimperialistas” late la ambición de un gran imperialista porque el impulso económico (capitalista) que les mueve a desembarazarse del control de otras potencias es el mismo que les empuja a controlar ellos el mercado mundial.

Del mismo modo, en el corazón de todo imperialismo consolidado sobrevive la vocecita candorosa y victimista que aparece cuando está siendo atropellado por otros o cuando tiene que justificar las más grandes bestialidades en su actuación.

Compartir:

Next Post

¿Alter o anti imperialismo?

Lun Nov 20 , 2023
Abrimos con este artículo (y otro más, el anterior) un debate imprescindible en las filas del movimiento comunista referenciado a la III Internacional, en torno al concepto de imperialismo y de las relaciones de dominación y explotación entre los países y bloques actuales. La guerra en Ucrania tras la invasión […]
Grafiti sobre el imperialismo estadounidense

Boletín semanal de novedades

Recibe en tu email un correo semanal con todas las nuevas entradas publicadas en esta web

Sumario