Otis Grotewohl. Workers.org
Los manifestantes en el norte de Kosovo se enfrentaron con las fuerzas de ocupación de la OTAN y la policía de Kosovo el pasado 29 de mayo. Al día siguiente, un artículo de CNN declaró que “los manifestantes lanzaron cócteles molotov a las tropas de la Fuerza de Kosovo (KFOR) de la OTAN y usaron porras para golpear sus escudos antidisturbios”.
La lucha se deriva del período en la década de 1990 cuando el imperialismo estadounidense y alemán manipularon las contradicciones entre los grupos étnicos y las repúblicas en Yugoslavia para romper ese país multinacional, utilizando la táctica colonialista de “divide y vencerás”.
A principios de 1999, Washington, junto con sus aliados de la OTAN, utilizó los combates entre el gobierno yugoslavo y el llamado Ejército de Liberación de Kosovo (que los representantes estadounidenses habían calificado anteriormente de “terrorista”) como pretexto para disparar cohetes y lanzar bombas por toda Serbia en una guerra de 79 días.
Esta guerra llevó al desmantelamiento y destrucción de Yugoslavia y a la eliminación del gobierno pro-socialista de Serbia. En 2008, Kosovo fue reconocido por los países imperialistas occidentales y la OTAN como un estado “independiente”. Antes de eso, era una provincia de Serbia, con una población étnica albanesa mayoritaria. Una minoría étnica serbia vive en Kosovo, principalmente en su norte.
Hasta el día de hoy, muchos países, incluidos China, Cuba, Rusia y la República Popular Democrática de Corea, todos los cuales se oponen a la OTAN, se niegan a reconocer la “independencia” de Kosovo.
Después de la guerra de 1999, Estados Unidos construyó Camp Bondsteel, situado en el este de Kosovo. Bondsteel es ahora la mayor base militar estadounidense en los Balcanes y es parte de la red global de más de 800 bases del Pentágono para imponer los intereses de Washington y Wall Street en gran parte del mundo.
Un desencadenante importante de las protestas del 29 de mayo tuvo que ver con las recientes elecciones en el norte de Kosovo, que fueron tan polémicas que incluso un informe de CNN del 30 de mayo las caracterizó como “controvertidas”.
Declaración de los comunistas yugoslavos
El Nuevo Partido Comunista de Yugoslavia emitió una declaración en su sitio web que da una evaluación más honesta de las protestas contra la OTAN que las publicadas por los medios corporativos.
“El Nuevo Partido Comunista de Yugoslavia (NKPJ) y la Alianza de la Juventud Comunista de Yugoslavia (SKOJ) condenan la brutal paliza a los ciudadanos, que trataron de evitar un asalto violento a los edificios de estos tres municipios por parte de la policía de Kosovo, que lanzó gases lacrimógenos a los presentes”.
El anuncio declara además: “Washington, Londres y Bruselas están presionando constantemente a Belgrado para que reconozca oficialmente la independencia del falso ‘Estado de Kosovo’, al que los partidos comunistas y obreros del mundo se oponen vehementemente, y exija que esta Ley retrógrada, dirigida contra la paz, la estabilidad y la prosperidad, llevada a cabo en aras de los objetivos expansionistas del gran capital termine inmediatamente”. (nkpj.org.rs, 30 de mayo)
Mientras que la prensa imperialista se centra en las divisiones nacionales, es hipócrita de su parte, porque Estados Unidos y la OTAN son responsables de promover las tensiones étnicas en la antigua Yugoslavia. Las divisiones nacionales y religiosas se intensificaron y fueron utilizadas por los imperialistas para derrocar a la última federación socialista en Europa.
Yugoslavia fue un centro de fuerte resistencia partisana al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. La resistencia antifascista que ayudó a crear Yugoslavia estaba compuesta por croatas, eslovenos, serbios y otros pueblos de la región. Los serbios han sido un objetivo particular de los ataques de la OTAN, porque Serbia era la república más poblada de Yugoslavia y había puesto la resistencia más fuerte a la agresión imperialista occidental, al igual que su pueblo resistió la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
El 30 de mayo, la OTAN anunció públicamente que desplegaría 700 soldados más para “sofocar las protestas”. (pbs.org, 30 de mayo) Esta es otra razón para que las organizaciones antiimperialistas tomen una posición opuesta al papel de la OTAN en los Balcanes.
