Julia F. Cadenas. Newtral.es
Los bancos de alimentos tachan de excluyente el nuevo sistema de distribución de ayudas alimentarias
La Comisión Europea ha acordado cambiar el sistema de reparto de alimentos para personas vulnerables a través de bancos de alimentos por vales canjeables para usar directamente en el supermercado, a partir de 2024.
Cada vez son más las personas que solicitan ayuda y cada vez menos las donaciones. Esta es la fotografía actual que denuncia la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal). La situación, agravada por el impacto de la elevada inflación, ha encontrado un nuevo bache en el cambio que prepara la Comisión Europa para modificar el sistema de ayuda para los más vulnerables. A partir de 2024, en lugar de los alimentos en especie que enviaba hasta ahora, la asistencia europea será administrada a través de tarjetas monedero que podrán ser usadas directamente en los supermercados.
Estas tarjetas solo se destinarán a familias con hijos a su cargo en situaciones de pobreza o extrema vulnerabilidad. De esta forma, según critican los bancos de alimentos, habrá muchos colectivos que se quedarán fuera de la ayuda. Personas que tendrán que continuar acudiendo a los bancos de alimentos, ahora sin las aportaciones de la UE. Una contribución que, como indica a Newtral.es el director de Fesbal, Paco Greciano, constituye el 27,7% de media de los alimentos que se reparten cada año.
Cambio en el sistema de ayuda a los más desfavorecidos: más tarjetas monedero y menos bancos de alimentos
La Unión Europea tiene a punto el cambio del sistema asistencial de la compra de alimentos, que desde 2014 es cofinanciado en España a través del Fondo de Ayuda Europeo para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD) de la Comisión Europea.
Como indica el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a Newtral.es y confirman fuentes de la Comisión Europea, a partir de 2024 el FEAD pasa a encuadrarse en el Fondo Social Europeo Plus. En este nuevo periodo de programación, serán la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo (UAFSE), adscrita a la cartera de Trabajo, y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, los que articularán el nuevo el modelo de ayuda que se aplicará en España, en línea a lo establecido por la Comisión Europea. El presupuesto anual del programa será de 565 millones de euros: 10% financiado por las comunidades autónomas y el 90% por la Unión Europea.
Según el nuevo programa, la asistencia será administrada a través de tarjetas monedero para ser usadas directamente en los supermercados. El objetivo es terminar con el modelo anterior, que estigmatiza a los usuarios al identificarlos como beneficiarios de ayudas sociales, como por ejemplo las llamadas “colas del hambre”, indican a Newtral.es fuentes de la Secretaría de Estado de Empleo y Economía Social. Sin embargo, solo podrán ser beneficiarios de esta ayuda las familias con, al menos, un menor a cargo.
Estos vales serán canjeables tanto por productos de alimentación como de higiene básica. El valor de referencia de la ayuda se ha fijado en 100 euros al mes. A esta cuantía se le añade un 30% adicional por cada miembro: desde los 130 euros al mes para familias monoparentales, hasta un máximo de 220 euros mensuales para familias de cinco o más miembros.
La ayuda tendrá una validez de 12 meses y deberá ser reconocida por los Servicios Sociales de las comunidades autónomas. De hecho, con el nuevo plan son estas las que gestionan su ejecución y no el Gobierno central como ocurre ahora.
El plan de ayuda europeo: 767 millones de alimentos distribuidos en ocho años por Cruz Roja y Banco de Alimentos
Actualmente, y hasta que se produzca el cambio, es el programa europeo de ayudas FEAD el plan nacional que compra y distribuye los alimentos destinados a personas vulnerables. La financiación se reparte en un 85% por la Comisión Europea y en un 15% por el presupuesto de la Administración General del Estado.
El programa FEAD comprende la compra de alimentos al por mayor con el dinero europeo a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), que depende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; su suministro a los centros de almacenamiento y su distribución a las distintas entidades sociales, que corre a cargo de dos organizaciones: la Cruz Roja Española y la Fesbal.
El plan, vigente desde 2014 y prorrogado hasta 2023 —debido a la crisis sociosanitaria derivada del COVID, como indican a Newtral.es desde Cruz Roja y el Ministerio de Agricultura—, ha repartido en España cada año unas partidas millonarias. En total, han sido más de 767 millones de kilos de alimentos distribuidos hasta 2022 (últimos datos disponibles) a más de 5.370 organizaciones que atienden a aquellas personas cuya situación económica o familiar de necesidad les impide adquirir alimentos de forma regular.
Las críticas de Banco de Alimentos al nuevo programa
El nuevo programa va dirigido a un sector de la población concreto: familias con hijos. Por tanto, excluye a múltiples colectivos que reciben actualmente la ayuda alimentaria gracias a los fondos de FEAD: “Personas que seguirán llamando a la puerta de los bancos de alimentos”, declara a Newtral.es el director de Fesbal. Unas organizaciones que, a partir de 2024, contarán con un 27,7% de alimentos menos, de media, en sus cestas, que son los que hasta ahora procedían de la Comisión Europea. “El año que viene no hay FEAD ni hay ningún programa alternativo que lo supla”, denuncia Greciano. Un problema al que se suman la caída de las donaciones y la elevada inflación.
Los productos que abastecen los bancos de alimentos llegan de distintas fuentes:
- Donaciones privadas (de empresas y particulares)
- FEAD
- Compras que realiza el propio Banco de Alimentos
Según explica Graciano, el impacto que tiene la elevada inflación sobre las reservas llega por dos vías:
- La caída de las donaciones privadas, que calcula en un 27% desde principios de año hasta junio.
- Y el aumento del coste de las compras que hace el propio banco. “Por el mismo dinero, compramos menos”, indica.
Aunque no esperan que se produzcan cierres de bancos de alimentos debido a estas carencias a corto plazo, sí han decidido “ajustar” las cestas. “Hemos sido previsores y para cubrir la demanda del año que viene, hemos reajustado el número de kilos a entregar al usuario para alargar los productos que nos quedan”, indican a Newtral.es desde Banco de Alimentos de Madrid.
Otra crítica hacia el nuevo programa es que sustituye una asistencia material directa por una indirecta. Cuando el FEGA licita los alimentos, el precio de compra se realiza a un coste menor al que se adquieren los alimentos en los supermercados. Greciano calcula que, de media, un kilo de alimentos (teniendo en cuenta la inflación) se obtiene para los bancos de alimentos un 80% más barato del precio que se paga en los comercios. Es decir, las familias beneficiarias de las tarjetas pagarán más por los productos que los bancos de alimentos consiguen de manera más económica.
Además, el programa pasa a ser gestionado por las comunidades autónomas, que deberán decidir si cuentan o no con Cruz Roja y con Banco de Alimentos como hasta ahora.
Caen las reservas de aceite de oliva y de leche por la inflación
Los alimentos que conforman la cesta básica que adquiere el Gobierno con los fondos europeos son arroz, garbanzos cocidos, conservas de atún, pasta, tomate frito, galletas, verduras en conserva, cacao soluble, tarritos infantiles, leche entera y aceite de oliva. Esta ha sido la lista hasta ahora. Sin embargo, la entrega de 2023 no ha incluido, por primera vez, ni leche ni aceite.
Los bancos de alimentos han notado la carencia de estos productos básicos, presentes en grandes cantidades en la cesta. Graciano calcula que en 2023 el déficit de leche es de 18,3 millones de litros y de aceite la carencia es de tres millones. Desde el Banco de Alimentos de Madrid confirman la tendencia. “La FEGA ya nos ha comunicado que no llegará ni aceite ni leche en la próxima entrega”, indican a Newtral.es. “Por tanto, estamos comprando nosotros mismos estos productos y, aunque lo hacemos en origen, directamente al productor, hemos notado la subida de precio”, añaden.
