Estado Único y Democrático de Palestina (ODSP). Odspal.net
Desde esta Asamblea por un Estado Único y Democrático de Palestina (ODSP) pedimos que se firme la declaración para crear opinión pública nacional y mundial, especialmente entre los palestinos, los árabes y los partidarios internacionales, sobre la solución auténtica, justa y duradera de las siete décadas de la guerra de limpieza étnica y la catástrofe de 1948. La iniciativa del Estado Único y Democrático de Palestina (ODSP) se presenta en oposición y objeción a la solución muerta ya de dos Estados, los Acuerdos de Oslo, y pone al descubierto la última Ley racista sobre el Estado Nacional que fue promulgada por el Estado de apartheid de Israel, que pone de relieve la verdadera naturaleza de este Estado colonial manufacturado.
Este es un momento crucial en la historia de nuestra lucha, que necesita que todos los activistas, individuos y organizaciones, consoliden y coordinen sus esfuerzos de manera organizada para lograr un impacto, marcar la diferencia hacia la única solución que garantice el derecho al retorno y tratar con nuestro pueblo como una nación unida en una patria unida: el Estado Democrático Único de Palestina.
Lista inicial de adherentes: Movimiento por una Palestina Libre, Foro de Solidaridad Palestina (India), Movimiento de Solidaridad Siria, Frente Unido contra el Fascismo y la Guerra (Canadá), Reconstrucción Comunista (Canadá), Manos fuera de Siria, Coalición Hamilton para Detener la Guerra, Coalición Manos fuera de Siria.
Movimiento Palestina Libre, Foro de Solidaridad con Palestina (India), Movimiento de Solidaridad con Siria, Comité Internacional por la Paz, Justicia y Dignidad, Coalición Manos Fuera de Siria, Coalición Hamilton para Detener la Guerra, Frente Unido contra el Facismo y la Guerra (Canadá), Reconstrucción Comunista (Canadá), Asociación de Solidaridad con Palestina/Universidad del Cabo Occidental (Sudáfrica), Foro de Solidaridad con Palestina de la India, Red de Solidaridad con Venezuela, Movimiento Palestina Libre, Akashma News, Red de Revisión de Medios, Red de Solidaridad, Kenia, Derechos Humanos en el Medio Oriente, Acción por la Paz de Cleveland, Consejo Interreligioso para la Paz en el Medio Oriente Noreste de Ohio, Pax Christi Hilton Head, Portsmouth South Downs Campaña de Solidaridad con Palestina.
Entre los firmantes se encuentran: Richard Falk, Stephen Sizer, Alison Weir, Ann Wright, Cindy Sheehan, Tariq Ali, Paul Larudee, Kevin Zeese, Joe Lombardo, Tim Anderson, Amal Wahdan, Judith Bello, Ken Stone, Issa Chaer, Ali Mallah, Alicia Jrapko …..
Llamamiento a un Movimiento de Liberación de Palestina y a un Estado democrático de Palestina
Decimos SÍ a la justa lucha nacional por nuestros derechos, que unifica las energías vivas de nuestro pueblo. Nos inspira nuestra gloriosa historia, nuestros grandes líderes y sus batallas decisivas, nuestros mártires, nuestros prisioneros, nuestros jóvenes inquietos y los que se encuentran en los campos de refugiados, esperando la realización de su derecho inalienable al retorno. Decimos NO a mendigar a las puertas de los ocupantes en busca de migajas. Esto ha llevado a los palestinos y los llevará a más división y sangrientas luchas internas
Palestina fue colonizada por razones estratégicas e imperiales: se encuentra en la confluencia de tres continentes, con conexiones de transporte clave y fácil acceso para las potencias hegemónicas en su camino hacia la riqueza petrolera de las naciones árabes. Pero los colonos no pudieron evacuar al pueblo palestino, que ha vivido aquí durante más de 6.000 años.
Después de un siglo de tratar con los estados coloniales europeos y el imperialismo estadounidense, nuestra nación árabe ha sido traicionada, y sigue siendo traicionada, por el terror de estos países.
Hay que hacer frente a la ilusión de que los sionistas quieren la paz. ¿Cuándo despertaremos? No podemos hablar de un Estado nacional para los palestinos si no nos liberamos de nuestras pequeñas diferencias mientras estamos bajo asedio y ocupación. Tenemos que reconocer la realidad: que seguimos en un período de liberación nacional, no en un período de construcción del Estado.
Por esta razón, creemos en la necesidad de retirarse por completo de las negociaciones absurdas con la entidad colonial. Estos solo encubren y legalizan la ocupación. Sugieren soluciones justas que no existen, profundizando los conflictos palestinos y conduciendo a sangrientas luchas internas.
La etapa de liberación nacional debe preceder a la construcción del Estado nacional. Reconocer esto proporciona una brújula para guiarnos en nuestras prioridades nacionales y en nuestras relaciones con los demás. Esto significa que no habrá más acuerdos con los ocupantes. No se comprometen con acuerdos, y la experiencia demuestra que son parte de un gran engaño, falsamente llamado «proceso de paz».
Este «Proceso de Paz» se convirtió en una fachada para que la entidad colonial procediera con una supuesta «solución política». En realidad, necesitaban la participación palestina para allanar el camino para que los regímenes árabes opresivos pusieran fin al boicot y «normalizaran» las relaciones con la entidad.
Como los mercados árabes estaban cerrados a la entidad sionista por un bloqueo, era necesario encontrar formas de abrirlos a través de la «normalización». Pero la resistencia palestina había generado simpatía popular en el mundo árabe e islámico, y constituía un obstáculo importante para esta «normalización». El líder sionista Shimon Perez admitió: «El objetivo principal de las convenciones de Oslo no eran los palestinos, sino la normalización con el mundo árabe y la apertura de sus mercados».
Sin embargo, la liberación nacional requiere confrontar, no someterse, a la hegemonía extranjera. Decimos que la dirección de nuestro movimiento nacional ha hecho caso omiso de esto y, en cambio, ha entablado relaciones vinculantes con la entidad ocupante y sus patrocinadores.
La historia de la entidad colonial en Palestina no es más que la historia de la destrucción del pueblo palestino y de su civilización. Dos tercios de nuestra gente han sido desplazados y más del 90% de nuestras tierras han sido robadas. Nuestras tierras, agua y casas son robadas y demolidas todos los días, mientras que los muros del apartheid se construyen y la ley racista del Estado-nación es aplicada por los legisladores israelíes. También hay una agresión permanente contra los pueblos de la región, para someterlos a través del terrorismo salafista y el asedio económico.
Estados Unidos apoya a la entidad sionista con dinero, armas, misiles y aviones, al tiempo que la protege del castigo de la ONU, reconoce a Jerusalén como capital de Israel, suprime su apoyo financiero a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados y el Trabajo (UNRWA) y suspende su ayuda financiera a la Autoridad Palestina. ¿Cómo pueden los EE.UU. o sus títeres regionales ser «intermediarios honestos» para el pueblo de Palestina?
Los invasores utilizaron falsamente la religión divina en un intento de destruir a los pueblos indígenas y sus culturas. Decían que se trataba de una «tierra vacía», disponible para otro pueblo sin tierra, pero con la «promesa divina» de una patria religiosa. Sin embargo, esconder la colonización de los colonos detrás de la bandera del judaísmo coloca erróneamente la responsabilidad de la religión por los crímenes de los colonizadores.
No tenemos ningún problema con los «judíos» en Palestina. Ese problema surgió en la Europa capitalista, no en nuestros países. No somos nosotros los que vamos a crear una solución al «problema judío» de Europa. Más bien, tenemos que lidiar con la colonización y la hegemonía extranjera en nuestra región.
La entidad colonial y sus patrones imperiales han llevado al pueblo de Palestina a una coyuntura histórica. Nosotros, los residentes de la Palestina histórica, debemos desmantelar los términos de nuestro exterminio colectivo para establecer relaciones que rechacen la segregación racial y la negación mutua. Debemos desmantelar la estructura cerrada y reemplazarla con un sistema abierto, no imperial y humano. Esto sólo puede lograrse mediante el establecimiento de un Estado democrático de Palestina para sus pueblos indígenas, los refugiados que nos obligaron a salir del país y sus ciudadanos actuales. Esta es la clave para una «solución justa y permanente del conflicto» en la región, y para una «solución justa» para la causa palestina. De lo contrario, la guerra y la destrucción mutua continuarán.
Sin embargo, el viejo liderazgo palestino ha presidido la regresión. Hacen acuerdos en beneficio de la entidad colonial y sus patronos. Abandonan la Palestina de 1948 y a los refugiados. Colaboran con nuestros enemigos sin aportar ningún beneficio tangible a nuestro pueblo.
Por estas razones decimos que este liderazgo se ha convertido en un verdadero obstáculo para cualquier desarrollo o avance futuro de nuestro pueblo. Esta dirigencia ha perdido sus cualificaciones para liderar la acción nacional. Busca su propio beneficio y es demasiado débil para aprender las lecciones de los movimientos anticoloniales de los pueblos de Asia, África y América. No ve los avances en otros lugares para desafiar la hegemonía estadounidense. Ni siquiera ve la resistencia en el mundo árabe y musulmán, cuando logran frustrar los proyectos estadounidenses y sionistas.
Nuestro movimiento debe ser una parte orgánica del Movimiento de Liberación Árabe, poniendo fin a la hegemonía extranjera, logrando la unidad nacional y liberando a Palestina del actual sistema de apartheid. Sin embargo, este gran objetivo humanitario choca directamente con los intereses de la tríada dominante: las fuerzas de la hegemonía global, el apartheid de asentamientos y los regímenes árabes compradores.
Advertimos a todos que no persigan el mito de los «dos Estados contiguos» en Palestina. Se trata de un gran engaño, presentar los enclaves étnicos dentro de Palestina como una expresión del derecho a la autodeterminación popular. El objetivo debe ser reemplazar el apartheid por la igualdad de ciudadanía, y esto sólo puede lograrse mediante el establecimiento de un Estado democrático en la Palestina histórica para todos, incluidos sus pueblos indígenas, los refugiados que nos obligaron a salir del país y sus ciudadanos actuales, incluidos los que fueron atraídos al país como colonos a través del proyecto sionista.
Las partes palestinas que negocian la unidad y la reforma deben centrarse en restablecer la liberación en el núcleo de la Carta Nacional Palestina. ¡La patria árabe nunca será liberada y unificada por la subordinación a los Estados Unidos! Sólo se liberará enfrentando y poniendo fin a la dominación colonial e imperial.
Decimos SÍ a la unidad nacional en el marco de nuestro Movimiento de Liberación Palestino, liberado de acuerdos engañosos que solo sirven a las potencias hegemónicas y a los regímenes compradores.
VIVA PALESTINA, liberada de la colonización racial y construida sobre los cimientos de la igualdad para todos sus ciudadanos, rechazando la segregación y la discriminación por religión, cultura o etnia; ¡Amigos de sus vecinos regionales y de todas las fuerzas progresistas del mundo!
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