“Nuestra canción no será aplastada por el fascismo y el odio”
David Rodríguez. Asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí
La noche del lunes 29 de mayo Buena Fe actuó en València arropado por la comunidad cubana residente en la capital del Turia y en otros lugares de la geografía valenciana, junto a la solidaridad, en el local cedido por la Intersindical Valenciana. En un concierto organizado por la asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí, con el apoyo del MESC (Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba) y en especial de las asociaciones Euskadi Cuba, Ernesto Guevara de Torrejón de Ardoz y la Hispano Cubano de Madrid, el aforo se llenó de compatriotas del grupo liderado por Israel Rojas y Yoel Martínez, así como de personas solidarias, para arropar y acompañar a una de las agrupaciones musicales más destacadas del panorama actual en la isla, en un momento en el que son víctimas de los ataques más brutales del fascismo caribeño asentado en tierras españolas, a modo de punta de lanza contra la resistencia del pueblo cubano ante la difícil situación que vive el país.
Rocío Raya y Majela Zayas, presidentas de la asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí y de la asociación de cubanos y cubanas residentes en València Caguairán respectivamente, presentaron la velada recordando la necesidad de seguir denunciando el bloqueo económico, pero también de sumar solidaridad para acabar con él y acompañar la cultura cubana como un ejemplo de entendimiento entre los pueblos y crecimiento personal y social. “No podrán con Buena Fe, ni con Cuba ni con la solidaridad”, recordaron al inicio del concierto.
Allí estuvo presente también el Cónsul de Cuba Alejandro Castro Medina acompañado del pintor cubano Michel Mirabal, recién llegado de la Mostra de Venecia, quien está liderando el envío de un contenedor con materiales sanitarios para Camagüey y otras provincias de la isla, con el apoyo de la solidaridad valenciana, que se cargará el próximo 3 de junio y saldrá hacia Cuba en las próximas semanas.
Por su parte, un pequeñísimo grupo de personas trataron de boicotear el concierto: algún cobarde escondido entre la multitud buscando unos segundos de gloria en las redes sociales que justifiquen la nómina, otras que salieron de la sala tras ver que Cuba y València estaban hermanadas coreando las canciones y recordando que Cuba no está sola y que la cultura cubana está arraigada en su pueblo viva donde viva, y otras menos que no pudieron entrar y se dedicaron a poner en ridículo su triste papel anticubano de siervo útil al imperialismo, pidiendo más bloqueo para el pueblo cubano.
Los odiadores no van a perdonar que fuera una velada exitosa, necesaria y útil, como bien se comentó en varias ocasiones, y que hermanó aún más a la comunidad cubana y a la solidaridad con la isla, bajo el paraguas de la cultura cubana con cantos a Martí, a la ciencia cubana, a los profesionales sanitarios de la brigada Henry Reeve que luchó contra la COVID en apoyo a numerosos países, y donde Buena Fe sacó lo mejor de cada cual para sentir el orgullo de sentirse cubano en València, de sangre o de militancia, o todo en uno. Lástima que haya alguna poca gente que haya dejado de ser cubana a cambio de asumir al enemigo por un puñado de dólares.
Ayer pudimos ver a personas haciendo cola, pero en esta ocasión fue para entrar al concierto con una sonrisa, con kilómetros recorridos, para sentir a Cuba de cerca con orgullo, y para aportar al bien de su país, también el nuestro. La historia barrerá el odio al grito de Buena Fé, abajo el bloqueo y viva Cuba.