La Red Nacional de Trabajo por el Cese al Fuego hace un llamado a lo siguiente:
- Debe haber un alto el fuego en Gaza y se deben restablecer los derechos fundamentales de la población.
- Los rehenes tomados por Hamas deben ser liberados de inmediato, junto con la liberación de los prisioneros de guerra palestinos.
- Para lograr estos fines, el gobierno de Estados Unidos debe detener de inmediato la ayuda militar a Israel
Nosotros, miembros del movimiento obrero estadounidense, lamentamos la pérdida de vidas en Israel, Palestina y Líbano. Expresamos nuestra solidaridad con todos los trabajadores y un deseo compartido de paz en Palestina e Israel y condenamos todos los actos de odio cometidos contra musulmanes, judíos o cualquier otra persona. Hacemos un llamado al Presidente y al Congreso para que respeten el derecho estadounidense e internacional y detengan la ayuda militar letal al gobierno israelí para asegurar un alto el fuego inmediato que libere a los rehenes, ponga fin a la violencia y la crisis humanitaria en Gaza y evite una mayor escalada en la región. El gobierno israelí no puede bombardear su camino hacia la paz. Con este llamado, los sindicatos estadounidenses se unen a las voces de más de 90 miembros del Congreso, la mayoría del pueblo estadounidense y otros que piden un alto el fuego inmediato.
Debe haber un alto el fuego en Gaza y se deben restablecer los derechos fundamentales de la población. Se debe permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, se debe restablecer la energía, debe comenzar la reconstrucción de la infraestructura y se debe permitir que quienes necesiten atención médica salgan de Gaza para obtener la ayuda que necesitan desesperadamente.
Los rehenes tomados por Hamas deben ser liberados de inmediato, junto con la liberación de los prisioneros de guerra palestinos. Tanto Hamás como el gobierno israelí deben adherirse a las normas del derecho internacional y a las disposiciones de la Convención de Ginebra relativas al bienestar y la seguridad de los civiles y los prisioneros de guerra.
Para lograr estos fines, el gobierno de EE.UU. debe detener la ayuda militar a Israel de inmediato. El gobierno de Estados Unidos está suministrando a Israel armas por valor de miles de millones de dólares (más de 22.000 millones de dólares en ayuda directa e indirecta solo en 2024) que se están utilizando en violación del derecho estadounidense e internacional para atacar a poblaciones civiles. El ejército israelí ha hecho que Gaza sea inhabitable, dañando dos tercios de sus edificios, interrumpiendo los medios de vida de más de 2 millones de personas y matando a más de 43.500 personas. Los palestinos de Gaza se enfrentan a la hambruna y a enfermedades prevenibles, ya que el gobierno israelí ha restringido el flujo de ayuda humanitaria a Gaza. El número de muertos incluye a muchos de nuestros hermanos sindicales, incluidos cientos de trabajadores de la salud, trabajadores de los medios de comunicación, ingenieros y funcionarios públicos muertos en el trabajo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y sus ministros de extrema derecha han rechazado los repetidos intentos de negociar un alto el fuego y han dejado claro que no detendrán la matanza hasta que se vean obligados a hacerlo. Netanyahu está habilitado por el suministro continuo de armas predominantemente de Estados Unidos, la mayor y más importante fuente de armas y ayuda militar del gobierno israelí.
El suministro descontrolado de armas ha envalentonado a Netanyahu para expandir el conflicto a varios países y está arrastrando a Estados Unidos a una creciente guerra regional. Para lograr un cese al fuego en Gaza, asegurar la liberación de los rehenes y reducir la escalada del conflicto regional, hay que detener la transferencia de esta ayuda militar destructiva de Estados Unidos. Estados Unidos es el único país con suficiente influencia para presionar a Netanyahu para que acepte un alto el fuego, lo que hará posible la liberación de rehenes y reabrirá el flujo de ayuda humanitaria.
Estados Unidos tiene que actuar, el gobierno de Estados Unidos tiene una gran responsabilidad. Hacemos un llamado al Presidente para que detenga de inmediato la letal ayuda militar de Estados Unidos a Israel y para que intensifique su llamado a un alto el fuego entre Hamas y el gobierno israelí.
La escalada de la guerra y la venta de armas no sirve a los intereses de los trabajadores. Los trabajadores de todo el mundo queremos un lugar al que llamar hogar y que nuestras familias estén seguras. Los trabajadores de todo el mundo merecen vivir libres de los efectos de la violencia, la guerra y el militarismo.
El movimiento sindical hace un llamado al Presidente y al Congreso para que escuchen nuestras voces. Exigimos un alto el fuego y el cese de la ayuda militar estadounidense que permite la devastación en el Medio Oriente. Juntos, podemos defender la paz, la justicia y un futuro mejor para los trabajadores de todo el mundo.
