Apenas horas después del aniversario de la masacre sionista en Gaza y de las masivas manifestaciones en el reino de España contra el genocidio israelí y la complicidad del gobierno, el rey ha intervenido en la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo condenando los atentados de Hamás contra Israel y manteniendo un ominoso silencio sobre el genocidio en curso contra la población palestina y de los territorios adyacentes. En esta comparecencia el rey estuvo acompañado por representantes del gobierno del PSOE-Sumar y del cuerpo diplomático…
Según informa someramente la prensa, acaba de celebrarse la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo celebrada, realizada este 8-9 de octubre en Vitoria-Gasteiz bajo el lema “La educación como instrumento para la prevención, la construcción de la paz y el empoderamiento de las víctimas del terrorismo”, organizada por Naciones Unidas y por el Ministerio de Asuntos Exteriores, con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad.
El martes 8, la sesión comenzó con un Aurresku de bienvenida y las palabras del director del centro de Naciones Unidas contra el Terrorismo, Mauro Miedico, que dieron paso a las intervenciones de representantes de víctimas y supervivientes del terrorismo; del secretario general de la oficina de lucha contra el terrorismo de las Naciones Unidas, Vladimir Voronkov, por videoconferencia; de los ministros del Interior y de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Fernando Grande-Marlaska y José Manuel Albares, respectivamente; y del lehendakari del Gobierno Vasco, Imanol Pradales.
A continuación, se pronunció el Jefe de Estado español señalando, según la nota de prensa publicada (sin traducir del inglés, para mayor oscurecimiento):
…I would like to express my heartfelt thanks to the victims, to their families and to the many associations of different countries that have joined us today: thank you for your powerful and moving testimonies. Through your pain and grief −which, we all ought to share− you embody true bravery and dignity. Your commitment to freedom and human solidarity is an ethical beacon for all of society. We, citizens and institutions alike, are responsible for preserving your memory, helping you to overcome your wounds —physical and psychological— and doing the best we can to improve your situation… (*)
Estas palabras bienintencionadas, sin embargo, como señala insurgente.org, fueron seguidas por otras aseveraciones ilustrativas del “talante” político de la corona y de quienes la secundan desde el gobierno y parlamento del reino español. Así, omitiendo cuidadosamente toda referencia al genocidio sionista del gobierno de Israel contra el pueblo de palestina y de los territorios circundantes, el monarca expresó:
en un día como este, no podemos dejar de recordar a los muertos, heridos y secuestrados durante los ataques terroristas de Hamás contra Israel, ayer hace un año.
Estas palabras también fueron acompañadas, ese mismo día, por unas declaraciones del expresidente socialista Felipe González igualmente detestables, afirmando -refiriéndose al rey emérito Juan Carlos I- tener «una buena impresión del rey» (porque… ) «Renunció a ejercer todo el poder que tenía, que era todo y por tanto facilitó ese tránsito constitucional».
E incluso añadió que «no se puede juzgar con acontecimientos de hoy lo que pasó en otro momento, siempre es un error histórico tremendo. El rey fue facilitador de la transición, ninguna monarquía europea ha pasado por el control que ha tenido la española, incluida la votación de la institución en las Cortes Generales».
A la luz de estos pronunciamientos ejemplificativos, la perspectiva de la lucha por la República en España no puede ignorar que la monarquía impuesta por el franquismo, ostentando la Jefatura del Estado y el Señorío de los Ejércitos, no está sola ni desnuda, al contar con un sustantivo respaldo del Gobierno PSOE-Sumar (IU-PC…) y de las fuerzas políticas institucionalizadas…
(*) Traducción del párrafo citado:
… Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a las víctimas, a sus familias y a las numerosas asociaciones de diferentes países que se han unido hoy a nosotros: gracias por vuestros testimonios fuertes y conmovedores. A través de tu dolor y pena, que todos deberíamos compartir, encarnas la verdadera valentía y dignidad. Vuestro compromiso con la libertad y la solidaridad humana es un faro ético para toda la sociedad. Nosotros, ciudadanos e instituciones, somos responsables de preservar su memoria, de ayudarles a superar sus heridas —físicas y psicológicas— y de hacer lo mejor que podamos para mejorar su situación…