Pepa Montero. 65ymas.com
La reforma de la jubilación irá al Pacto de Toledo en septiembre y tiene que aprobarla el Congreso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz; los sindicatos UGT y CCOO, así como la patronal CEOE-Cepyme, celebran sin fisuras el cuarto acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y los agentes sociales en materia de pensiones y Seguridad Social, que tras casi ocho meses de negociaciones han consensuado una nueva regulación de la jubilación parcial y de jubilación activa para hacerla más atractiva y ampliar la compatibilidad de empleo y pensión.
Se mejora asimismo la jubilación demorada, con la posibilidad de recibir un incentivo adicional por cada seis meses de demora a partir del segundo año y con su compatibilidad con la jubilación activa
Además, a la vuelta de las vacaciones, y en el plazo de 6 meses, Gobierno y agentes sociales negociarán una reforma de la modalidad de jubilación flexible, según avanzan fuentes del Ministerio y de los sindicatos. Esta fórmula, calificada de “muy restrictiva”, es la que ahora contempla el caso de aquellas personas ya jubiladas que desean volver a trabajar. El objetivo es mejorar los porcentajes de pensión a percibir.
Todas estas medidas, que suponen una pequeña revolución en pensiones y sistemas de jubilación, tienen como meta el lograr que los españoles alarguen su vida laboral y retrasen de manera voluntaria su jubilación, que es uno de los empeños del Ejecutivo, incluso desde que era titular de las pensiones José Luis Escrivá. Y es que la llegada de la jubilación del baby boom, disparará el gasto en pensiones en las próximas dos décadas, lo que pondrá a prueba las costuras de la Seguridad Social, y además supone un desafío, ya que millones de sénior saldrán del mercado laboral.
Según reconocen fuentes oficiales, la apuesta por la flexibilidad y compatibilidad de pensión y empleo no solo persigue un retraso voluntario de la edad real de jubilación (ahora en 65,1 años, frente a los 67 oficiales en 2027) sino, sobre todo, tiene como meta aumentar la tasa de actividad entre mayores de 60 años, que en España es muy inferior a las de los países europeos.
La propia ministra Elma Saiz, al valorar el acuerdo alcanzado este miércoles con los agentes sociales, ha afirmado que se “acaba con la dicotomía entre trabajador y pensionista y se adapta a las necesidades de cada persona”.
Todas ellas, señales evidentes de que la apuesta del Gobierno es conseguir, vía incentivos, que las personas trabajen durante más años, que exista un mayor número de trabajadores de 60 años en activo, además de cambiar el chip de los españoles para que se animen a cobrar pensión y seguir trabajando.
El Gobierno espera el ‘sí’ del Pacto de Toledo
La voluntad del Gobierno es llevar esta reforma al Pacto de Toledo en el mes de septiembre, para compartir con los grupos parlamentarios el contenido del acuerdo. Desde el Ejecutivo no creen que haya gran problema en sacarlo adelante porque, según defiende, son medidas razonables; varias de ellas, emanadas precisamente de las Recomendaciones del Pacto.
Además, la reforma acordada este miércoles debe superar el trámite parlamentario, es decir, su aprobación en el Congreso de los Diputados, donde los distintos grupos (que también la analizarán en el Pacto de Toledo) pueden forzar cambios, mejorarla o rechazarla.
La variedad de las distintas medidas pactadas y el hecho de que el acuerdo requiere diversos desarrollos normativos, hacen muy difícil prever cuándo podrán entrar en vigor, reconocen fuentes del Ejecutivo, pese a que los trabajos para ello van a “comenzar de manera inmediata”.
UGT, CCOO y CEOE aplauden el pacto logrado
Los sindicatos UGT y CCOO aseguran que este acuerdo sienta las bases para flexibilizar las pensiones, al considerar que permite mejorar las condiciones de vida, trabajo y acceso a los sistemas de protección social para las personas trabajadoras en España.
Más en detalle, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, argumenta que permite mantener la jubilación parcial y el contrato de relevo para los trabajadores tanto del sector manufacturero como para el resto, además de lograr otra de las exigencias del sindicato, que era mantener este acuerdo hasta 2029. Y que “por fin se va a posibilitar un cambio del reglamento para personas trabajadoras con problemas de penosidad”.
Para Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, el pacto supone una mejora de la reforma suscrita por las tres partes en 2021, abordando cuestiones que quedaron excluidas y mejorando “todas las fórmulas de compatibilidad entre pensión y empleo”, tanto en edades previas a la jubilación ordinaria, como en las posteriores. “Se profundiza en el modelo de jubilación gradual y flexible a disposición de trabajadores mediante sistemas de incentivos y voluntariedad”.
A su vez, el Comité Ejecutivo de CEOE, valora que la reforma moderniza el marco de la jubilación, si bien puntualiza que requerirá diversos desarrollos normativos, y añade que el nuevo marco de jubilación parcial, jubilación activa (“donde la colaboración de ATA ha sido clave, en especial en lo relativo a los autónomos”), o la prevista para las actividades penosas, “se adecúa a los requerimientos de la economía y de las empresas”. Destaca asimismo el impulso de la colaboración de las mutuas, en línea con lo ya pactado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
También el presidente de la organización de autónomos UPTA, Eduardo Abad, subraya que el acuerdo mejora “sustancialmente” la situación de la jubilación activa de los autónomos. En este aspecto, si bien valorado positivamente la prestación que recibirán aquellos trabajadores por cuenta propia con asalariados, ve “insuficiente” lo que percibirán aquellos autónomos sin asalariados.
Trabajar y cobrar 100% de pensión será posible
De acuerdo con el pacto avanzado por Gobierno y sindicatos, el nuevo marco regulador establece que, para cobrar el 100% de la pensión, se necesitarán al menos cinco años en activo tras el cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación.
Los porcentajes de la pensión que se pueden percibir mientras se trabaja son los siguientes: con un año de demora, un 45% de la pensión; con dos años de demora, un 55%; con tres años de demora, un 65%; con cuatro años de demora, un 80%; con cinco años de demora, un 100%.
Nuevas jubilaciones parcial y activa
Los agentes sociales ha consensuado una nueva regulación de la jubilación parcial y de jubilación activa para hacerla más atractiva y mejorar la compatibilidad de empleo y pensión. También se ha logrado un entendimiento sobre el procedimiento para establecer coeficientes reductores de la edad de jubilación para ocupaciones especialmente penosas o peligrosas.
En cuanto a la jubilación activa, se elimina el requisito de tener una carrera de cotización completa, lo que facilita su acceso a la misma, a la vez que tiene incidencia desde la perspectiva de género, ya que este tipo de jubilación será compatible con los incentivos de demora y su compatibilidad se fijará en función del tiempo que se demore (con un año de demora, se percibirá un 45% de la pensión; con dos años de demora, un 55%; con tres años de demora, un 65%; con cuatro años de demora, un 80%; con cinco años de demora, un 100%).
En materia de jubilación parcial, se establece ampliar de dos a tres los años la posibilidad de anticipo, con límites en la reducción de la jornada. Además, se mejoran las condiciones del trabajador relevista, ya que su contratación tendrá que ser indefinida y a tiempo completo en un puesto no amortizable.
Asimismo, se mejora la jubilación demorada con la posibilidad de recibir un incentivo adicional por cada seis meses de demora a partir del segundo año y no cada doce meses, con lo que se completa el proceso de reformas iniciado en 2021, que tenía el objetivo de acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal y establecía un nuevo abanico de opciones para el trabajador de cara a la jubilación.
Respecto a la regulación especial de la jubilación parcial anticipada en la industria manufacturera, se va a prorrogar el marco actual hasta el año 2029, este incluido, lo que incluye asimismo algunos ajustes para mejorar las condiciones del trabajador relevista y el diseño de una regulación más equilibrada y flexible para la empresa en cuanto a la organización de la jornada del relevista y del pensionista.
Coeficientes reductores en actividades penosas
Otro de los aspectos sobre los que se ha avanzado es el procedimiento para establecer coeficientes reductores de la edad de jubilación para ocupaciones especialmente penosas o peligrosas. Esta nueva regulación se basa, fundamentalmente, en determinar las circunstancias objetivas, que permiten establecer coeficientes reductores para rebajar la edad de jubilación, como puedan ser la incidencia, persistencia y duración de los procesos de baja médica; así como las declaraciones de incapacidades permanentes y los fallecimientos.
Trabajadores fijos discontinuos
El acuerdo con los agentes sociales incluye mejoras en las condiciones de acceso a la jubilación para los trabajadores fijos discontinuos, que recuperan el coeficiente multiplicador del 1,5 a la hora de calcular el periodo de carencia para la pensión de jubilación, incapacidad permanente y muerte y supervivencia.
Más papel para mutuas de la Seguridad Social
Las Mutuas Colaboradoras de la Seguridad Social tendrán mayor papel en las bajas laborales de carácter traumático, pero los sindicatos resaltan que las altas, bajas y confirmaciones seguirán correspondiendo al servicio público de salud.
El paciente podrá revocar el consentimiento en cualquier momento del proceso. Se crea una comisión de seguimiento que evaluará el funcionamiento de esta medida y propondrá, en su caso, medidas alternativas.