Roberto Ugena. Elplural.com
El Sindicato de Inquilinos planta cara a las cláusulas abusivas de Néstar-Azora
La especulación y avaricia de los fondos buitre no tiene límites, pero se ha encontrado resistencia. Cientos de inquilinos organizados dijeron basta y decidieron declarar una “huelga de alquileres” contra Néstar-Azora que se ha iniciado en septiembre y continúa sumando adeptos. La lucha comenzó en Vallecas, donde los vecinos agrupados en torno al Sindicato de Inquilinas e Inquilinos decidieron dejar de pagar las subidas ilegales impuestas por el segundo fondo buitre más grande de España a través de cláusulas abusiva declaradas ilegales.
Bloques de Móstoles, Parla, Villaverde, Carabanchel o Pinto enarbolan ahora también el orgullo obrero de Madrid Sur y elevan el número de inquilinos huelguistas hasta los 900, que esperan seguir incrementando entre las más de 8.000 familias víctimas (arrendatarias) del fondo buitre. Las cláusulas establecidas por Néstar imponen subidas del alquiler que van desde los 150 euros al mes hasta los 700 euros que se activan al trascurrir tres años de contrato y que superan con mucho el 3% anual previsto en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Esta práctica tiene como resultado que alquileres pasen de mensualidades de 900 euros a los 1.600 euros. Subidas de casi el 80% a familias obreras a través de cláusulas que fueron declaradas ilegales por el Juzgado de primera instancia número 31 de Barcelona en una sentencia pionera contra Azora. Pese a que la Justicia ya se ha pronunciado, el fondo buitre ha mantenido su proceder en la Comunidad de Madrid, tanto en sus viviendas como en varios bloques públicos que gestiona.
Los ayuntamientos de Pinto y Parla permiten que el fondo buitre al que han otorgado la gestión de pisos públicos, supuestamente destinados a alquileres protegidos y limitados, desarrolle esta práctica. En estos bloques públicos y en el resto de titularidad privada algunas familias ya han pagado las consecuencias de la pasividad de las instituciones y se han visto obligadas a abandonar sus viviendas. “Campan a sus anchas actuando como ariete de la especulación, sin ningún tipo de regulación y de límite en un contexto de crisis social”, denuncia el sindicato.
¿En qué consiste la huelga?
La declaración de la huelga por los 900 inquilinos tiene varias implicaciones. Los vecinos van a seguir pagando sus alquileres, pero no como a Néstar-Azora le gustaría. Así, irán pagando únicamente el precio indicado en el contrato inicial y las actualizaciones legalmente exigibles, pero no así los seguros de impago, subidas abusivas y demás conceptos que el fondo buitre pretende seguir cobrando ilegalmente. “No vamos a pagar unas cláusulas que no nos corresponden”, anuncian, plantándose contra el tercer mayor casero de España.
La crisis de la vivienda continúa engordando y la propia Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-ES) advertía en los días previos al inicio del verano que vivir de alquiler aumenta el riesgo de pobreza. Una lamentable situación que hasta el Banco de España se ha visto obligado a reconocer, apuntando que la mitad de la población inquilina se encuentra en riesgo de pobreza o de exclusión.
El Gobierno, después de seis años, promete ahora abordar la situación “aunque ello implique enfadar a especuladores, a grandes tenedores y a poderosas plataformas digitales que están convirtiendo nuestras casas en hoteles ilegales”, pronunciaba este miércoles Pedro Sánchez. Sin embargo, desde los colectivos de vivienda no confían en la palabra del jefe del Ejecutivo ni encuentran en las medidas sugeridas una solución real. “Seis años en el gobierno y solo anuncios propagandísticos”, denuncian el Sindicato de Inquilinas.
“Mientras la situación ya es insostenible: una ministra de vivienda que es rentista y excargos públicos en la patronal inmobiliaria”, explican la razón de su desconfianza. La “única” alternativa, la organización colectiva. “Vamos a la huelga para frenar los pies a los buitres, para exigir una negociación colectiva y bajar el precio de nuestros alquileres. Por nosotras, por todas las vecinas expulsadas, por las inquilinas que sufren los abusos de los rentistas”. Porque es más probable que te desahucien a que te okupen la casa. Por las que sufrieron, sufren y sufrirán.