Redacción. Perlhorta.info
Firma por la conservación de la Ley de la Huerta
La Huerta de Valencia es una llanura inundable. Sus tierras de alto valor agrícola se han formado por los sedimentos depositados por ríos y barrancos durante miles de años.
Las lluvias torrenciales son habituales en el clima mediterráneo, como la historia nos ha enseñado, pero ahora se presentan con un carácter cada vez más catastrófico. Desde los años 70 la construcción de grandes infraestructuras y la transformación de la huerta en barrios, industrias y centros comerciales ha eliminado los sistemas tradicionales de drenaje. Se ha urbanizado sobre los barrancos y acequias que llevaban las aguas hacia la albufera o el mar, se han asfaltado los campos que antes absorber las lluvias.
El cambio climático está incrementando la frecuencia e intensidades de lluvias catastróficas como las del pasado 29 de octubre. Un Mediterráneo con temperaturas récord está destinado a provocar inundaciones catastróficas cada otoño como ya se vio en septiembre de 2023 con más de 2000 muertos en Libia y Grecia.
No podemos evitar nuevas lluvias torrenciales pero debemos aprender de los errores y evitar un daños tan desmesurados como los de DANA del pasado 29 de octubre. Entre otras medidas que proponemos, hay que exigir a nuestros gobernantes que prohibieran nuevas construcciones sobre terrenos de huerta inundables.
En el año 2018 las cortes valencianas aprobaron la Ley de la Huerta de Valencia que declaró no urbanizables 11.000 hectáreas de la huerta de Valencia; terrenos inundables donde ahora ha quedado claro que nunca debería construirse.
A pesar de las evidencias el Gobierno de Carlos Mazón quiere aprovechar el shock provocado por la DANA para facilitar la especulación urbanística modificando la ley de la huerta. Una propuesta que venía de antes, pero que se ha intensificado después de la DANA. La misma política de desregulación urbanística que ahora vuelve a permitir la construcción en primera línea de playa.
Tenemos una deuda con los miles de afectados y afectadas por la DANA y especialmente con las familias de las 223 personas que perdieron la vida y las 4 personas desaparecidas. Hay que aprender de los errores del pasado. No podemos permitir que se vuelva a unas políticas de especulación y urbanismo salvaje que han agravado el desastre actual. Debemos exigir a las administraciones que implementen medidas para minimizar el impacto catastrófico de las futuras lluvias. Es necesario que un desastre como el del pasado día 29 no se vuelva a repetir.
Por lo tanto, reclamamos:
1. La conservación de la ley de la huerta de Valencia. Esta evita nuevas construcciones en las 11.000 hectáreas delimitadas en el Plan de Acción territorial de L’Horta, terrenos naturalmente inundables.
2. La extensión de estas medidas de protección a los terrenos inundables de otras comarcas valencianas. En especial en el resto de huertas históricas, como la de la Ribera del Júcar, afectada por la DANA actual, o la del Bajo Segura que sufrió la del año 2019.