La campaña para ‘dulcificar’ la imagen de la dictadura está perfectamente orquestada por la derecha dentro de una guerra cultural que tiene como finalidad ahormar la conciencia de la ciudadanía. Además, ocupa innumerables episodios, como ocurre con la organización de marcha peatonal en Madrid el 15 J, coincidiendo con la convocatoria de Marcha por la República realizada por las fuerzas alternativas…
Fernando Lezcano. Gerardodelval.com
Desde hace tiempo venimos asistiendo a un revisionismo histórico que se ha intensificado en los momentos actuales y que consiste en “dulcificar” la imagen de la dictadura franquista, haciendo pasar aquel período de ausencia de libertades, represión y retroceso social y económico de España como una etapa que no fue tan mala como la han querido pintar las gentes de la izquierda recalcitrante y que incluso fue beneficiosa para la prosperidad del país. Este revisionismo forma parte de una campaña perfectamente orquestada desde la derecha, más o menos extrema, dentro de una “guerra cultural” que tiene como finalidad ahormar la conciencia de la ciudadanía como paso necesario para fundamentar políticas de retroceso en la calidad de nuestra democracia y en las conquistas sociales que en última instancia pretenden perpetuar un sistema de dominación de los poderosos sobre las mayorías sociales, especialmente sobre la clase trabajadora.
La celebración este año del cincuenta aniversario de la muerte del dictador, como un hito que contribuyó a espolear la lucha contra la dictadura y por la conquista de la democracia, y la proximidad del Primero de Mayo, como jornada de afirmación de las reivindicaciones del movimiento obrero, nos han animado a la revista Por Experiencia a promover un dosier dedicado a salir al paso de esa estrategia que tiene mucho de ofensiva ideológica de la derecha y nada de rigor histórico. Y lo hacemos con un puñado de artículos de la mano de personas de reconocida trayectoria militante y prestigio profesional y académico, en los que tocando diversos aspectos se empeñan en decir la verdad y “poner las cosas en su sitio”.
Así, Julian Ariza, sindicalista que ha dedicado su vida a defender los intereses de las personas trabajadoras y a la lucha por la democracia, nos cuenta su experiencia personal de persecución y represión. Carme Molinero, reputada historiadora, relata cómo el movimiento obrero necesitó dos décadas para reconstruirse como sujeto social y político y destaca como éste se convirtió en la fuerza de choque del movimiento antifranquista. Joaquín Estefanía, periodista de dilatada trayectoria, señala dos momentos fundamentales en la historia del franquismo en los que la dicotomía entre acción y reacción que siempre se da en política fue clave: los planes de estabilización de 1959 y las movilizaciones del año 76. Estos hechos le sirven además para recordar la frase de Nicolás Sartorius en la que nos dice que “Franco murió en la cama pero la dictadura murió en la calle”.
Por su parte, Margarita Vilar, historiadora como Molinero, dedica su artículo a desmontar la falsedad de algunos de los eslóganes medulares del revisionismo histórico como son que “con Franco se vivía mejor”, que “con Franco no existía desempleo” y que “el franquismo trajo la Seguridad Social a España”, para acabar afirmando que aquel período lo que realmente supuso fue una ingente transferencia de rentas del trabajo a rentas del capital. Por último, Jose Babiano, director del área de memoria histórica y archivo de la Fundación 1º de Mayo, utiliza la aclamada y premiada película “el 47” para enfatizar que aquellas luchas que contribuyeron a conquistar derechos y a traer la democracia a nuestro país no fueron acciones protagonizadas por héroes individuales sino expresión de luchas colectivas animadas por personas organizadas, especialmente en el espacio comunista y en CCOO.
Así, con este dossier, desde la Fundación 1º de Mayo, ponemos a vuestra disposición una línea argumental, que haciendo justicia con la Historia, pretende contribuir al debate de ideas dentro de la lucha ideológica que estamos librando en estos momentos con el revisionismo histórico que promueve la reacción en España y en el mundo.