La acampada por el derecho a la vivienda y al territorio y contra la turistificación, realizada en la plaza del Ayuntamiento de València, ha anunciado el domingo 27 de octubre su autodisolución como estrategia para continuar la movilización por los barrios. Pero, si no se resuelven este año las reivindicaciones planteadas, avisa, se realizarán diferentes acciones, como las huelgas generales, de consumo y de alquiler.
Así termina la acampada en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad que comenzó el pasado 19 de octubre, tras la multitudinaria manifestación realizada bajo el lema «Valencia se ahoga». Una movilización convocada por el movimiento «Valencia no está en venta», en la que participaron más de 50.000 personas y que fue apoyada por cerca de 200 organizaciones sociales y ciudadanas.
Este es el comunicado y llamamiento de la Acampada que fue consensuado durante su última asamblea del domingo 27 de octubre:
COMUNICADO
Desde la acampada de la plaza del Ayuntamiento, hemos alcanzado los objetivos que nos marcaremos para iniciarla. Por un lado, dar continuidad a las movilizaciones empezadas por València no está en venta, ampliando mediáticamente sus reivindicaciones. Y por otro, potenciar el movimiento popular y comunitario, así como visibilizar su actividad.
En una semana se han realizado más de una decena de conciertos, asambleas y charlas con contenido político, en las que han participado miles de personas. También se han realizado otras actividades culturales, sindicales, técnicas y de convivencia igualitaria. Y se han creado diferentes grupos de trabajo que han sido el eje central de la organización.
Todo, se ha conseguido gracias a la solidaridad, los cuidados ofrecidos por el tejido vecinal y el apoyo de tantos colectivos y organizaciones que de manera hermosa han trabajado con nosotros codo con codo. Por eso, este domingo 27 de octubre desconvocamos la okupación para continuar la actividad en los barrios.
Con las demandas de Valência no está Venta y las aportaciones colectivas de todas las personas que han venido a las asambleas abiertas, se ha dejado clara la voluntad vecinal. Queremos una ciudad para quien la habita, que garantice la vivienda accesible y desmercantilizada, la protección del territorio y el cese urgente de la turistificación.
Hemos hecho crecer la red popular y asamblearia, poniendo a la ciudadanía de València y de los pueblos de alrededor en contacto con los diferentes movimientos sociales existentes. En los próximos meses también se apoyará la creación de nuevos espacios en aquellos barrios y pueblos donde todavía no existen.
Así pues, se ha empezado a trabajar en las diferentes grandes acciones a tomar si nuestras demandas no son escuchadas: vamos hacia las huelgas generales, de consumo y de alquiler. Acciones que se dialogarán a partir de ahora con el resto de entidades del Estado. A escala de ciudad seguiremos trabajando en nuevas movilizaciones y okupaciones del espacio público.
Hemos demostrado que las redes populares tienen fuerzas para llevar el conflicto a las puertas del Ayuntamiento. Es por eso que desconvocamos como parte de nuestra estrategia.
Ahora vamos un paso más allá. Si no tenemos casa, ya no nos vale sólo la plaza del Ayuntamiento. ¡Lo queremos todo y lo lucharemos todo!
Avisamos: desde este 27 de octubre empieza una cuenta atrás. Si en primavera no se ha producido un cambio sustancial, volveremos a llenar las calles y okuparemos la ciudad.
Estad alerta a próximas movilizaciones: las obras del puerto son inminentes y nos tendrán enfrente.
Por una València y un País Valencià desturistificado, con un territorio vivo y con una vivienda desmercantilizada.
Valência se ahoga, València no está en venta.
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